El pasadizo del terror donde la sombra de la muerte se cierne

En el corazón de Acapulco, en la otrora apacible Colonia La Mira, un tramo de apenas 100 metros se ha transformado en un escenario dantesco, un pasadizo del terror donde la vida humana vale menos que un suspiro. Tres asesinatos brutales, negocios reducidos a cenizas y el yugo de la extorsión han convertido esta calle en el epicentro de una pesadilla que no cesa.

La batalla que enciende las calles de sangre y fuego

La Calle Rubén Mora, ese corredor maldito que une el barrio con el Zócalo, es hoy el campo de batalla donde dos grupos criminales libran una guerra sin cuartel. Los Rusos y el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), aliado con el temible CJNG, han teñido el asfalto de rojo. El 5 de abril, un taxista cayó abatido cerca de la Glorieta La Mira. Horas después, una empleada de una tortillería fue masacrada sin piedad. Y como si el infierno no bastara, una tienda de abarrotes fue rociada con gasolina y reducida a llamas, dejando a sus dueños al borde de la muerte.

Las escuelas que claman auxilio en medio del caos

El terror ha obligado a las escuelas a cerrar sus puertas, adelantando las vacaciones en un acto desesperado. La primaria Niños Héroes de Chapultepec y el kínder Antonia Nava de Catalán, ubicados en esta zona de pesadilla, han quedado en silencio. Ochenta profesores, con el corazón en la garganta, han huido. “No hay garantías”, clama Silvano Palacios Salgado, líder sindical, mientras acusa al gobierno de Evelyn Salgado de abandonarlos a su suerte. La secundaria Hermegildo Galeana podría ser la próxima en caer.

Este no es un relato de ficción. Es la realidad aterradora que vive Acapulco, donde la violencia campa a sus anchas y las autoridades parecen mirar hacia otro lado. ¿Hasta cuándo?

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