Una ola de calor extremo está afectando varios puntos del sudeste asiático, con un impacto particularmente severo en Tailandia, donde el Departamento Meteorológico ha lanzado una advertencia por las altas temperaturas, pronosticando máximas de hasta 44 grados. Esta situación ha generado inquietud en el país, especialmente después de que el martes se registraran 44.2 °C en la provincia central de Lampang, acercándose al récord histórico de 44,6 grados alcanzado el año pasado en la provincia de Tak.
El calor intenso también se está sintiendo en Camboya, donde las autoridades han emitido una alerta para los próximos tres días, con temperaturas esperadas de hasta 39 grados en algunas áreas. En Malasia, se han activado alertas de calor en diez zonas del país, instando a los estudiantes a beber suficiente agua para evitar problemas de salud, especialmente después de la trágica muerte de un niño de tres años por golpe de calor a principios de abril. También ha generado afectaciones en Bangladesh.
En Filipinas, el Instituto Meteorológico ha advertido sobre temperaturas de hasta 38 grados en la ciudad de Tuguegarao, al norte del país, mientras que en Manila se esperan temperaturas cercanas a los 35 grados. Este aumento en las temperaturas se atribuye no solo al clima habitual de la región en esta época del año, sino también al fenómeno de El Niño, que intensifica la sequedad y el calor.
Los expertos señalan que las olas de calor se están volviendo más frecuentes y peligrosas debido al cambio climático, lo que plantea preocupaciones sobre la salud y la seguridad en estas regiones afectadas.
