La identidad de género, considerada por el gobierno británico como una “teoría controvertida”, no debe enseñarse en las escuelas primarias, anunció el jueves el gobierno conservador, que también busca prohibir la educación sexual para estudiantes menores de nueve años.
Estas propuestas, presentadas unos meses antes de las elecciones generales previstas para finales de enero de 2025, representan la primera gran revisión en cinco años de la educación sexual en las escuelas.
“Las escuelas no deben enseñar el concepto de identidad de género”, declaró el gobierno en un comunicado, subrayando que se trata de una “teoría controvertida”.
“Hay muchos puntos de vista controvertidos sobre la identidad de género y la ideología de género”, afirmó la ministra de Educación, Gillian Keegan, en la televisión Sky News.
A partir de la escuela secundaria, sin embargo, habrá cursos sobre orientación sexual, donde se podrá discutir el cambio de género. No obstante, “es importante que las escuelas adopten un enfoque cuidadoso al enseñar este tema delicado y no utilicen material que presente opiniones controvertidas como hechos”, insistió el gobierno.
Además, la educación sexual “no se impartirá” antes de los nueve años y, después de esa edad, deberá enfocarse “desde un punto de vista puramente científico”, indicó el ejecutivo.
El gobierno conservador británico quiere “garantizar que los niños no aprendan cosas demasiado complejas o sensibles para comprenderlas en la escuela primaria”, explicó el Ministerio de Educación.
“Los padres confían en que cuando envíen a sus hijos a la escuela estarán seguros y no se verán expuestos a contenidos perturbadores inapropiados para su edad”, afirmó el primer ministro Rishi Sunak, citado en el comunicado.
Los profesionales de la educación compartieron sus preocupaciones tras estos anuncios gubernamentales.
“No hemos visto pruebas claras de que las escuelas estén exponiendo actualmente a los estudiantes a contenidos inapropiados”, respondió Elizabeth West, directora de un grupo de 17 escuelas.
“Estos límites rígidos” a la educación sexual podrían llevar a los niños “a buscar información en fuentes menos confiables”, advirtió Paul Whiteman, secretario general del sindicato Asociación Nacional de Directores de Escuela.