El gobierno ecuatoriano, liderado por Daniel Noboa, ha llevado su disputa con México a un nuevo nivel al presentar una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el asilo otorgado al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. Este movimiento marca un hito en un conflicto que ha generado tensiones entre ambos países y ha suscitado debates sobre el respeto a las obligaciones internacionales.
La demanda, presentada por los representantes de Ecuador en La Haya, acusa a México de violar una serie de obligaciones internacionales desde el 17 de diciembre de 2023, cuando Glas se refugió en la embajada mexicana en Quito. El gobierno ecuatoriano argumenta que México interfirió en asuntos internos al conceder asilo político a Glas, y señala las declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como injuriosas, especialmente en relación con el asesinato de un candidato presidencial ecuatoriano.
El caso de Glas ha sido un punto de fricción entre ambos países, con México otorgando asilo al exvicepresidente ecuatoriano a principios de abril. Sin embargo, la situación se complicó cuando Ecuador ordenó la detención de Glas dentro de la embajada mexicana, alegando riesgo de fuga. Esta acción generó críticas por violar los tratados internacionales y por agredir al personal diplomático mexicano.
México, a su vez, ha respondido presentando una demanda contra Ecuador ante la CIJ, con una primera audiencia programada para el 30 de abril. Este enfrentamiento legal marca un capítulo significativo en la relación entre ambos países y plantea importantes cuestiones sobre el respeto a la soberanía nacional y las obligaciones internacionales.
El desenlace de este caso tendrá repercusiones no solo en la relación bilateral entre Ecuador y México, sino también en el escenario diplomático internacional.