Espectáculos
Natalia Lafourcade ofrece un concierto íntimo con ocho meses de embarazo
Un viaje sonoro íntimo que fusionó el folclore jarocho con emotivas confesiones sobre el amor y la vida, protagonizado por una artista en plena gestación creativa y literal.

La diosa de la canción (y la procreación) desembarca en el Auditorio
Parece que Natalia Lafourcade decidió que gestar un ser humano no era suficiente desafío para nueve meses. ¿Por qué no añadirle una gira de despedida, digo, de su álbum Cancionera, para hacerlo más interesante? Así, con ocho lunas de embarazo a cuestas (una hazaña logística que haría palidecer a cualquier manager), la cantante se plantó en el Auditorio Nacional no para un concierto cualquiera, sino para lo que bien pudo llamarse “Una noche de terapia sonora colectiva”. Porque, seamos sinceros, en estos tiempos de caos, ¿quién mejor que una mujer embarazada para hablar de paz, amor y… jaulas emocionales? Claro, todo envuelto en el sonido de Veracruz, porque nada dice “calma” como un huapango bien ejecutado.
Iniciando, cómo no, con Cancionera, Natalia no mostró una evolución, sino una revolución vocal que dejó al público atónito. ¿La estrategia? Un espacio íntimo con poca luz, porque ¿qué hay más acogedor que casi tropezar con el de al lado mientras los músicos deslumbran con un talento que, francamente, debería estar gravado? La audiencia, en un acto de contención casi sobrenatural, se mordió la lengua para no gritar, transformando el recinto en un santuario donde los únicos alaridos permitidos eran los de “¡Te amamos, Natalia!”, porque algunas tradiciones son más fuertes que el decoro.
Invitados, confesiones y laberintos emocionales en el escenario
Con un repertorio de más de 15 temas (una cifra que haría sudar a cualquier artista, y no solo por el embarazo), Lafourcade optó por llevar la fiesta tranquila. Una decisión audaz, considerando que su carrera ha pasado por estadios donde el bullicio es la norma. Pero aquí, el caos fue interior. Tras interpretar María la Curandera, tuvo un momento para agradecer a su hermana Andrea, a quien definió como “la auténtica flor”. Una declaración conmovedora, que nos hace preguntarnos: ¿en la familia Lafourcade todas son flores? ¿Y si alguna es un cactus? Nunca lo sabremos.
Luego llegó el turno de los invitados. Primero, David Aguilar, ese colaborador frecuente sin el cual, al parecer, un disco de Natalia no está completo. Juntos cantaron Cómo quisiera quererte, un tema que, según la artista, trata de “esos amores no tan bien correspondidos”. Aguilar, con un toque de drama existencial, lo describió como “esos laberintos emocionales“. Porque, claro, ¿por qué llamar a un desamor “desamor” cuando puedes convertirlo en un mito griego sonoro? El dúo también compartió Soledad y el mar, la canción que se viralizó en TikTok con paisajes mexicanos, demostrando una vez más que una balada sobre la soledad puede unir a millones… brevemente, antes del siguiente video de gatitos.
El segundo invitado de la noche fue Adán Jodorowsky, quien interpretó El lugar correcto, una de las canciones más personales de Lafourcade, dedicada a aprender a vivir y disfrutar el presente en medio del bullicio. Una ironía deliciosa: cantar sobre encontrar calma en uno de los recintos más grandes del país. La maestría está en los detalles.
Pero el momento cumbre de la interacción social dirigida llegó con Quererme como a mí me gusta. El público, en un estallido de autoafirmación coreográfica, se levantó a bailar y aplaudir entre versos como “Soy la flor encendida que da color al jardín de tu vida”. Una letra que, sin duda, haría que cualquier terapeuta asintiera con aprobación. ¿Quién necesita sesiones de coaching cuando tienes a Natalia recetando autoestima a ritmo de son?
Reflexiones, raíces y el arte de la despedida (casi) definitiva
Natalia, en un arranque de filantropía filosófica, también reflexionó sobre la situación mundial y se refirió a los migrantes con una frase para enmarcar: “Muchas almas están encarceladas en jaulas porque no se permiten amar”. Una observación profunda que, de pronto, hizo que quejarse por la fila del baño pareciera un problema menor. Con La raíz, pidió elevar el canto hasta el cielo para que la paz y el amor perseveraran. El público, en un éxtasis casi religioso, coreó con fuerza los versos, probablemente imaginando que sus buenas vibras atravesaban el techo del auditorio y arreglaban, al menos, un 2% de los problemas globales.
El cierre de la noche celebró sus 25 años de trayectoria con Cancionera, y, junto con sus fieles escuderos Jodorowsky y Aguilar, interpretó Cocos en la playa frente a un telón verde. ¿Era una metáfora de la esperanza? ¿O simplemente no encontraron uno azul para el mar? El misterio queda flotando en el aire, junto al eco de los aplausos.
Y aunque el público, insaciable, pedía otra canción, Lafourcade, visiblemente cansada (sorpresa: estar a punto de dar a luz cansa), prometió reencontrarse con sus fans en otra ocasión. Finalmente, regresó al escenario con su troupe para despedirse con una reverencia que mezclaba gratitud y agotamiento supremo. Una lección para todos: puedes estar creando vida dentro de ti y, al mismo tiempo, dar vida a través del arte. O, como diría un espectador cualquiera: “¡Qué mujer!”.
Así concluyó una velada donde la música no solo se escuchó, sino que se sintió en el alma, el útero y, probablemente, en los oídos del bebé por nacer, quien sin duda será el fan número uno de su madre. Un espectáculo que demostró que, a veces, la revolución no necesita gritos, sino una voz serena, un huapango y una panza de ocho meses.
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Espectáculos
Alejandra Guzmán se somete a una delicada cirugía de columna
La artista enfrenta un nuevo procedimiento médico para tratar complicaciones derivadas de sus problemas de espalda, buscando una solución definitiva.

Un nuevo capítulo en el historial médico de la artista
La reconocida cantante Alejandra Guzmán, figura emblemática del rock en español, ha regresado al quirófano para someterse a una intervención quirúrgica en su columna vertebral. A sus 57 años, la artista enfrenta este procedimiento como parte de un extenso tratamiento para abordar complicaciones crónicas en su espalda, específicamente relacionadas con hernias discales que le fueron diagnosticadas hace varios meses. Según informaciones del programa de espectáculos “Ventaneando”, el estado postoperatorio de la intérprete es satisfactorio y su proceso de recuperación avanza según lo previsto por el equipo médico.
Este evento representa el episodio más reciente dentro de una compleja trayectoria de salud que ha acompañado a la artista durante los últimos años. La situación actual debe contextualizarse dentro de una línea temporal de eventos médicos que se remontan a más de una década, proporcionando una perspectiva integral sobre los factores causales que han contribuido a su condición actual.
Antecedentes y complicaciones derivadas
El origen de los padecimientos actuales de Guzmán puede rastrearse hasta el año 2009, cuando la artista se sometió a un procedimiento de aumento glúteo que incluía la aplicación de metil metacrilato, un compuesto polimérico cuyos efectos secundarios a largo plazo han sido documentados en la literatura médica. Esta sustancia, utilizada en algunos procedimientos estéticos, puede generar complicaciones sistémicas y locales, incluyendo afectaciones a la estructura musculoesquelética. A partir de esa intervención, la cantante ha experimentado un calvario médico continuo que ha impactado significativamente su calidad de vida y su capacidad para desarrollar su carrera artística.
En julio de 2025, las complicaciones de salud obligaron a la intérprete a suspender temporalmente su gira “Brilla Tour”, decisión que generó especulaciones públicas sobre una posible recaída en adicciones. Tanto la artista como su círculo familiar negaron categóricamente estas versiones, enfatizando que la suspensión respondía exclusivamente a problemas de salud física que requerían atención médica inmediata. Un mes después, en agosto del mismo año, se añadió al cuadro clínico un diagnóstico de hipertensión arterial, condición que requiere manejo farmacológico y modificaciones en el estilo de vida.
Naturaleza de la condición actual y procedimiento realizado
La condición específica que motivó la intervención quirúrgica más reciente corresponde a hernias discales múltiples. Desde una perspectiva médica, una hernia discal ocurre cuando el núcleo pulposo -la porción gelatinosa interna de los discos intervertebrales- se desplaza a través de una fisura en el anillo fibroso que constituye la capa externa del disco. Este desplazamiento anatómico genera compresión sobre las raíces nerviosas adyacentes o, en casos más severos, sobre la propia médula espinal, desencadenando sintomatología neurológica que puede incluir dolor irradiado, parestesias, entumecimiento y debilidad muscular en las extremidades.
La intervención realizada recientemente fue catalogada como un procedimiento delicado por la complejidad anatómica de la región y los antecedentes quirúrgicos de la paciente. El objetivo primario de la cirugía fue la estabilización de los segmentos vertebrales afectados y la descompresión de las estructuras neurales comprometidas. Este tipo de procedimientos busca restaurar la función neurológica y proporcionar alivio sintomático duradero, aunque conlleva períodos de rehabilitación extensos que requieren adherencia estricta a los protocolos de recuperación.
El análisis de la situación sugiere una relación causal probable entre el procedimiento estético de 2009 y las actuales complicaciones vertebrales. Las sustancias inyectadas en regiones glúteas pueden alterar la biomecánica pélvica y lumbar, generando tensiones anómalas sobre la estructura discal que, con el tiempo, predisponen a fenómenos de degeneración y herniación. Este patrón de complicaciones tardías ha sido observado en otros casos documentados de pacientes sometidos a procedimientos similares con materiales no aprobados para uso en humanos.
La decisión de proceder quirúrgicamente en este momento específico responde probablemente a la progresión de la sintomatología hasta niveles incompatibles con el desarrollo de las actividades profesionales y cotidianas de la artista. Las demandas físicas de las giras musicales, que incluyen largas horas de desplazamiento, ensayos coreográficos y presentaciones en escenario, representan factores de carga significativos para un sistema musculoesquelético comprometido.
El pronóstico a largo plazo para pacientes con historiales médicos complejos como el de Guzmán depende de múltiples variables, incluyendo la efectividad de la intervención quirúrgica, la adherencia a los programas de rehabilitación postoperatoria, y la implementación de modificaciones en el estilo de vida que minimicen la carga sobre las estructuras vertebrales. La recuperación satisfactoria reportada en las primeras etapas postoperatorias constituye un indicador positivo, aunque la evaluación definitiva del éxito del procedimiento requerirá seguimiento a mediano y largo plazo.
Este episodio en la vida de Alejandra Guzmán ilustra las consecuencias de largo alcance que pueden derivarse de intervenciones estéticas, así como la compleja interacción entre decisiones médicas pasadas y condiciones de salud presentes. El caso subraya la importancia de considerar las implicaciones a futuro al evaluar procedimientos con potencial de generar efectos adversos tardíos, particularmente cuando involucran materiales cuyos perfiles de seguridad a largo plazo no han sido completamente establecidos.
¿Conocías los efectos a largo plazo del metil metacrilato en procedimientos estéticos? Comparte esta información en tus redes sociales para crear conciencia sobre las consecuencias de algunas intervenciones cosméticas y explora más contenido relacionado con la salud de las figuras públicas en nuestro sitio web.
Espectáculos
Justin Bieber baila al ritmo de un mariachi mexicano
El cantante vuelve a sorprender con su amor por la música mexicana en un momento espontáneo que conquistó a sus seguidores.

Justin Bieber y su inesperado ‘Hermoso Cariño’ mariachi
Imaginen la escena: Justin Bieber, el chico malo del pop canadiense que nos hizo llorar con “Baby” y cuestionar nuestras vidas con “Lonely”, se rinde ante los encantos de la música regional mexicana. De repente, las coreografías hiperproducidas y los beats electrónicos quedan en el olvido, reemplazados por el sonido auténtico de una trompeta y el rasgueo de una guitarra. Así es, amigos, el mismo sujeto que una vez parecía vivir en un universo de sudaderas oversize y pantalones caídos ahora se mueve al compás de un mariachi como si fuera un domingo cualquiera en la plaza de Guadalajara.
El video que está incendiando las redes sociales nos muestra a Justin, en un momento de pura y espontánea felicidad, bailando mientras un grupo de mariachis ejecuta con maestría “Hermoso Cariño”, uno de los clásicos imperecederos del mismísimo Vicente Fernández. No es un TikTok forzado para una campaña de marketing, ni una colaboración musical previsible. Es, simplemente, un tipo famosísimo dejándose llevar por la música. Y la verdad, es un contenido mucho más refrescante que el 90% de lo que vemos en nuestro feed.
No es su primer rodeo… mariachi
Lo más gracioso de todo este asunto es que no es la primera vez que el artista demuestra su debilidad por el género. Parece que Bieber tiene una relación secreta y de larga data con la cultura mexicana que va más allá de unos buenos tacos. Es como si, en medio de sus giras mundiales y sus crisis existenciales, hubiera descubierto que la terapia más efectiva es un buen mariachi y un gesto de aprobación de los músicos. La reacción del público no se ha hecho esperar, con un aluvión de memes, comentarios y shares que oscilan entre el asombro y el “ya es uno de los nuestros”.
Analicemos este fenómeno un segundo. En una industria donde los artistas a menudo se esfuerzan por parecer cool de maneras calculadas, la autenticidad brilla. Ver a una superestrella global disfrutar sin filtros de una tradición musical tan arraigada y específica es poderoso. Rompe barreras culturales sin intentarlo. No es un “hola, mis amores” forzado para el mercado latino, es un genuino “esta canción me late” que se siente real. En la era del contenido curado hasta el milímetro, estos destellos de personalidad sin guion son lo que realmente conecta con las audiencias.
El clip, que ya acumula millones de reproducciones, captura algo más que un baile; captura un momento de pura conexión humana. Mientras Justin se mueve, con esa mezcla de ritmo canadiense y alma repentinamente jarocha, se disuelve la figura de la celebridad inalcanzable y emerge la de un simple mortal que, como cualquiera de nosotros, no puede resistirse al poder emocional de una canción bien interpretada. Es un recordatorio de que la música, en su esencia más pura, es un lenguaje universal que no entiende de fronteras ni de géneros.
¿Qué nos dice esto sobre la evolución del intérprete? Probablemente, que después de años en la cima del pop mainstream, está explorando sonidos y experiencias que le llenan el alma, no solo las listas de reproducción. Y qué mejor que hacerlo con los maestros del mariachi, guardianes de un folclore que habla directamente al corazón. Es una lección de humildad artística y de apertura cultural que muchos otros artistas podrían tomar nota.
Así que, la próxima vez que escuches el grito de “¡Ay, ay, ay, ay!” de “Hermoso Cariño”, piensa en Justin Bieber bailando sin cuidado. Es la prueba de que algunos placeres son tan simples y universales que pueden unir a un chico de Stratford, Ontario, con un abuelo en Jalisco. Y en un mundo tan dividido, eso es algo que vale la pena celebrar, compartir y, por supuesto, bailar.
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Espectáculos
Del Toro desayuna con su monstruo en una premier muy dulce
El monstruo cobra vida entre conchas y anécdotas personales en una presentación que mezcla lo sublime con lo terrenal.

Frankenstein, un monstruo con sabor a pan dulce y café de olla
Porque, claramente, nada dice “voy a dar vida a un ser a partir de cadáveres” como un buen café de olla y unas conchas bien esponjadas. En un giro que solo la mente maestra de Guillermo del Toro podía concebir, el cineasta presentó su nueva y multimillonaria producción, Frankenstein, no con una gala nocturna y champán, sino con un desayuno. Sí, ha leído bien. Mientras usted se comía un yogur con prisa, la élite de Hollywood mordisqueaba pan de dulce mexicano en el Museo de la Academia de Cinematografía. ¿El mensaje? Puedes ser un genio del cine, pero un antojo matutino es más poderoso que cualquier premio de la Academia.
El evento, astutamente titulado “Café y conchas con Guillermo del Toro”, logró lo que pocas conferencias de prensa consiguen: endulzar el paladar y, de paso, la disposición de la prensa internacional. Uno casi puede imaginar la escena: Oscar Isaac y Jacob Elordi, los protagonistas de esta nueva versión del mito, pasando el azúcar mientras discuten cómo encarnar a un científico obsesivo y a su criatura atormentada. Porque, ¿qué mejor manera de conectar con tu personaje que con un chocolate caliente en la mano?
El cuento de hadas (católico y desatado) de un niño con cámara
En un momento de sincronía cósmica—o quizá solo de buena planeación de relaciones públicas—, Del Toro compartió la génesis de este proyecto. Resulta que la semilla de esta adaptación fílmica no se plantó en una lujosa oficina de Netflix, sino en la mente de un niño que jugaba con una cámara súper ocho. “Pensando que sería una gran manera de hablar con mi papá”, confesó el director. Uno se pregunta si su padre, tras esas conversaciones filmadas, le habría recomendado un psicólogo o le habría ayudado a conseguir más baterías.
El realizador tapatío detalló, con la solemnidad de quien revela un secreto universal, que siempre quiso hacer “un cuento católico, además de una fábula desatada”. Por supuesto, porque cuando piensas en Frankenstein, lo primero que viene a la mente son los sacramentos y la doctrina de la Iglesia. Pero el giro más jugoso—más que las propias conchas—vino después: “Sin darme cuenta, me volví padre; pero me seguía comportando como hijo. Como papá, tuve que pedir disculpas y no repetir lo que me heredaron. A mis 42, me vi al espejo y me di cuenta de que me había convertido en mi padre”. Así es, la película sobre un hombre que crea un monstruo sin pensar en las consecuencias es, en el fondo, una metáfora de la paternidad. ¿Alguien podría pasar el syrup, por favor?
Esta revelación, que seguramente dejó a más de un asistente mordisqueando su pan con una mezcla de conmoción y confusión, habla de la “escasez y la urgencia del perdón”. Porque nada perdona más que un monstruo reanimado que cuestiona su propia existencia, ¿verdad?
El reparto desfila, los vestuarios se exhiben y las velas arden
Antes de que el elenco estelar—que incluía a Mia Goth, Christopher Waltz y Felix Kammerer—desfilara frente a una cortina guinda (color que, sin duda, realza el tono pálido y cadavérico de cualquier criatura), se rindió un emotivo homenaje a los orígenes del mito. Del Toro pidió un aplauso para Sara Karloff, hija del icónico Boris Karloff. Un gesto conmovedor, que une el pasado glorioso del monstruo con su futuro… digamos, más streaming.
La celebración, como es debido en cualquier evento que se precie, se extendió a las plantas superiores del museo, donde los vestuarios de la criatura se exhibían en vitrinas. Porque ¿qué es un monstruo sin su outfit? Las salas, ambientadas con velas y decoraciones del siglo XVIII, lucían fotogramas y pinturas del rodaje. Uno casi esperaba que, de entre las sombras, apareciera la criatura pidiendo no un corazón, sino una concha de nata.
Entre el gentío, el realizador mexicano, instalado en uno de sus sillones, recibía las felicitaciones de amigos y colegas. Ahí estaban Ron Perlman, Julie Delpy, Sebastian Stan y el director Jon Favreau, entre otros. Es reconfortante saber que, incluso en la cima del éxito, los grandes genios del cine todavía necesitan que sus amigos les digan “qué chula quedó la peli”.
Y hablando de éxito, la estrategia de lanzamiento es tan peculiar como el desayuno que la inauguró. Frankenstein, con un presupuesto de 120 millones de dólares y una duración de 150 minutos, tendrá un estreno limitado en cines a partir del 17 de octubre (por solo tres semanas, para que sufra el que no alcance boleto) y llegará a la plataforma de Netflix el próximo 7 de noviembre. La apuesta por los premios Oscar es tan clara que casi se puede saborear… junto con el último bocado de pan de dulce.
Así que ya lo sabe. La próxima vez que un ser de pesadilla cobre vida en la pantalla, recuerde que su nacimiento pudo estar empujado por la combinación de un antojo mañanero, una crisis existencial sobre la paternidad y una conversación casual sobre Trollhunters. El arte, al fin y al cabo, es así de impredecible. Y de delicioso.
¿Le dio hambre de cine… y de conchas? Comparta esta nota con otros amantes del séptimo arte y la panadería fina, y explore más de nuestras irresistibles crónicas cinematográficas.
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