El arte de no responder (o cómo ganar elogios sin mover un dedo)
En un giro digno de una telenovela diplomática, el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, aplaudió a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum por… ¿no hacer absolutamente nada? Sí, así como lo lees. Mientras Canadá se ponía creativo con sus represalias arancelarias contra los caprichos de Donald Trump, México decidió adoptar la estrategia de “contemplar el paisaje”. Y, oh sorpresa, ¡le funcionó!
Elogios por inacción: el nuevo estándar diplomático
Lutnick, en un arranque de sinceridad (o tal vez de aburrimiento), sugirió a Canadá que copiara la hoja de ruta mexicana: “Miren cómo lo ha gestionado México: moderación, pragmatismo y… ¡75% de aprobación!”. Porque, claro, ¿qué mejor manera de ganar popularidad que evitando una guerra comercial? Revolucionario.
Mientras Trump subía los aranceles a China como si estuviera en una subasta de arte abstracto (“¡125% para el señor de la chaqueta roja!”), México se limitó a sonreír y asentir. ¿Estrategia maestra o pura supervivencia? El mundo lo desconoce, pero a EE.UU. le encantó el espectáculo.
Y por si faltaba drama, Lutnick soltó una perla para Canadá: “Si siguen con sus aranceles, hablaremos en la Oficina Oval… y ya saben cómo responde él”. Traducción: “¿En serio quieren despertar al dragón?”. Con elecciones en curso, Canadá ahora debe decidir si prefiere el drama o el quietismo made in México.
¿Moraleja? A veces, la mejor jugada es no jugar. O, como diría un político: “La grandeza está en la capacidad de no hacer olas… mientras otros se ahogan”.
¿Te sorprende este giro en las relaciones comerciales? Comparte esta joya de ironía diplomática y descubre más contenido igual de deliciosamente absurdo en nuestras redes.