MONTERREY, NL.- Para ayudar a quien lo necesita, Gabriela de la Garza no se queda en silencio.
La actriz junto a Juan Manuel Bernal y María Aura, quienes protagonizan el filme La Vida en el Silencio, realizarán una premier con causa.
“Estamos muy contentos de poder presentar la película y poner nuestro granito de arena para la Fundación HOGA, que se dedica a la ayuda de chicos con necesidades especiales”, indicó Gabriela.
El filme dirigido por Rodrigo Arnaz se proyectará a las 18:00 horas en los Epic Cinemas ubicados en el Metropólitan Center (Monterrey), donde se tendrá que hacer un donativo de 800 pesos por persona. Lo recaudado será a beneficio de HOGA.
El evento iniciará con una alfombra roja por la cual desfilarán estrellas invitadas, que se sumarán a la causa benéfica.
La cinta presenta la historia de un músico de jazz y padre soltero que lucha diariamente para comunicarse con su hijo, diagnosticado con autismo, a través de la música, pero la trama tiene un vuelco cuando regresa la madre del niño.
“La película está disponible en Amazon, le ha ido muy bien, ya tenemos varios millones de vistas desde nuestro estreno que fue recientemente”, comentó Gabriela.
“Es una película independiente, de bajo presupuesto, pero por lo mismo ha costado muchísimo esfuerzo sacarla a la luz y estrenarla”.
Desde el primer momento que llegó el guion de La Vida en el Silencio a las manos de la actriz, hace nueve años, no dudó en hacer el proyecto.
“Se cruzó la pandemia, pero ya por fin la pudimos estrenar. Es un filme hecho con mucho corazón, que habla de un tema importante: paternidades y maternidades a las que no estamos acostumbrados a vivir, a ver en la ficción.
“Es una pareja que tiene un chiquito con autismo y muestra las dificultades a las que se enfrentan, de cómo les cambia la vida cuando recibes a un chico con esta condición y de qué manera te acepta o no la sociedad, ojalá podamos poner alguna conversación al respecto porque no se sabe mucho del autismo en México y es necesario”, informó Gabriela, quien en la trama da vida a Mariana.
Evolución al extremo