Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador durante el mandato de Rafael Correa, fue trasladado este sábado a la cárcel de máxima seguridad La Roca en Guayaquil. Este movimiento se produjo después de su detención la noche anterior dentro de la Embajada de México, donde había buscado asilo político, un acto que condujo al Gobierno mexicano a romper relaciones diplomáticas con Ecuador.
El traslado de Glas se llevó a cabo en medio de estrictas medidas de seguridad. A primera hora de la mañana, salió de la embajada en un vehículo blindado y fue escoltado hasta el aeropuerto de Quito, donde abordó un avión con destino a Guayaquil, donde se encuentra la cárcel de máxima seguridad La Roca. Esta acción se cumplió siguiendo una orden de prisión preventiva que pesaba sobre él por presunto peculado en el caso de reconstrucción post-terremoto en Manabí en 2016.
La decisión de trasladar a Glas fue confirmada en un comunicado emitido por el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia penitenciaria del Estado. Además de enfrentar el caso de peculado, Glas debe cumplir una condena de ocho años de cárcel relacionada con el caso de financiación irregular del partido oficialista y el caso Odebrecht.
Esta no es la primera vez que Glas se enfrenta a la justicia. Pasó cerca de cinco años en prisión entre 2017 y 2022 antes de ser liberado con medidas cautelares. Sin embargo, su estancia en la Embajada de México en Ecuador, donde solicitó asilo político en medio de acusaciones de persecución política y manipulación judicial, se vio interrumpida por su detención y traslado a La Roca.
El incidente en la embajada que llevó a la detención de Glas también desencadenó la ruptura diplomática entre México y Ecuador. El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la acción de la policía ecuatoriana como una violación a la soberanía mexicana y al derecho internacional, lo que llevó al rompimiento de relaciones diplomáticas.