El dolor que no se borra ni con tres trofeos

Ah, el fútbol, ese deporte maravilloso donde ganar tres campeonatos seguidos no sirve de consuelo cuando pierdes uno. ¿No es genial? Álvaro Fidalgo, el mediocampista español que se ha convertido en el alma (y posiblemente el terapeuta no remunerado) del América, lo dijo clarito: “Esta derrota duele como si no hubiéramos ganado nada”. Vaya, qué alivio saber que los títulos anteriores valen lo mismo que un billete de Monopoly en este momento.

La terapia grupal de las Águilas

Imaginen la escena: un vestuario lleno de jugadores multimillonarios, abrazándose y llorando como si les hubieran cancelado Netflix. Fidalgo, en su papel de filósofo accidental, admite que “la página no se pasa rápido”. Claro, porque cuando pierdes una final, el manual exige un duelo prolongado, preferiblemente con música dramática de fondo y algún que otro tuit emotivo de la afición.

Pero aquí viene lo mejor: el partido contra el LAFC para el pase al Mundial de Clubes es, según él, “importantísimo”. ¡Qué sorpresa! ¿Acaso hay algo más trivial en el fútbol que clasificar a un torneo internacional? Por supuesto que no. Y aunque Fidalgo insiste en que “una cosa no quita la otra”, todos sabemos que en el fondo esperan que el dolor se cure mágicamente con un vuelo a Arabia Saudita. Spoiler: no funcionará.

“Fue uno de los momentos más jodidos desde que estoy aquí”, confesó el español, probablemente mirando al vacío como en una telenovela. Y uno se pregunta: ¿peor que perder una final? Quizás solo comparable con quedarse sin aguacate en el desayuno. Pero bueno, el drama es parte del ADN americanista, así que bienvenidos al show.

La afición, esos cómplices sentimentales

Los hinchas, esos seres que oscilan entre el amor incondicional y la ira desmedida en cuestión de segundos, también están “jodidos”, según Fidalgo. Pero no se preocupen, porque el jugador asegura que están orgullosos. ¿De qué? De perder, claro. O más bien, de llegar a cuatro finales seguidas, lo cual, en el mundo del fútbol, es como recibir un trofeo por participación. ¡Qué bonito!

Eso sí, el ibérico agradeció el apoyo con la elegancia de un político en campaña: “Agradecemos todo su apoyo y por darnos las gracias por estas cuatro finales”. ¿Cuántos equipos pueden presumir de perder con tanta clase? Pocos, muy pocos.

Así que ahí lo tienen: el América, entre lágrimas y sonrisas forzadas, intentando convertir el dolor en motivación. ¿Funcionará? Quién sabe. Pero mientras tanto, todos podemos disfrutar del espectáculo tragicómico que solo el fútbol sabe ofrecer.

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El Atlético de San Luis inicia una nueva era con Guillermo Abascal

El club Atlético de San Luis ha anunciado oficialmente la llegada del estratega español Guillermo Abascal como su nuevo director técnico. Este movimiento marca el inicio de un nuevo proyecto deportivo para el equipo potosino, que recientemente despidió al catalán Domènec Torrent. Abascal, de 34 años, expresó su entusiasmo por este desafío en su primera declaración oficial: “Estoy motivado por asumir esta responsabilidad y trabajar para alcanzar los objetivos del club”.

Perfil y trayectoria del nuevo técnico

Guillermo Abascal llega al fútbol mexicano con un bagaje interesante. Formado en las categorías inferiores del Sevilla FC, ha dirigido en equipos como el FC Basel de Suiza, donde demostró su capacidad para desarrollar un juego ofensivo y estructurado. Su filosofía se basa en la posesión controlada del balón y una defensa organizada, aspectos que buscará implementar en el Atlético de San Luis.

El club potosino apuesta por un técnico joven pero con ideas claras, en línea con la tendencia actual de renovar los banquillos con perfiles innovadores. Abascal deberá adaptarse rápidamente a las particularidades de la Liga MX, conocida por su ritmo intenso y el alto nivel competitivo.

El legado de Domènec Torrent y los retos por venir

El anterior técnico, Domènec Torrent, dejó una huella importante durante su etapa en San Luis, llevando al equipo a disputar instancias clave en los torneos recientes. Sin embargo, tras una temporada irregular, la directiva optó por un cambio en la dirección técnica. Ahora, Abascal tendrá el desafío de mantener la competitividad del equipo y mejorar su rendimiento en la fase final del campeonato.

Entre sus principales objetivos estarán:

• Consolidar un estilo de juego identificable
• Mejorar la efectividad ofensiva
• Fortalecer la solidez defensiva

El debut oficial de Abascal en el banquillo del Atlético de San Luis está previsto para la próxima jornada de la Liga MX, donde buscará empezar con buen pie ante una afición que espera ver un equipo competitivo y con proyección.

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Un empate que sabe a derrota (y a desvelo)

Ah, el fútbol femenil: donde la emoción dura lo que un tiktok y los finales son más impredecibles que el clima en abril. La Selección Mexicana Femenil, en su eterna búsqueda por convencernos de que “esta vez sí es diferente”, nos regaló 90 minutos de montaña rusa emocional ante Uruguay. ¿El resultado? Un empate 2-2 que dejó a 17,000 almas en Puebla preguntándose si habían pagado por un partido o por una terapia grupal.

De la euforia al “¿en serio?” en 80 minutos

Todo empezó bien, como suele pasar antes de que la realidad nos golpee con la sutileza de un balonazo. Myra Delgadillo, la heroína inesperada, abrió el marcador al minuto 19. ¡Golazo! (o al menos eso asumimos, porque el streaming se trabó justo en el remate). Luego, Jasmine Casárez apareció en el 55′ para darnos esa falsa sensación de seguridad que precede a todo desastre. Dos a cero. ¿Fácil, no?

Pero claro, esto es el Tricolor. Y si hay algo que sabemos es que un partido no termina hasta que el VAR lo decida. Uruguay, que hasta entonces parecía más perdido que turista sin Google Maps, despertó con dos goles: primero Stephanie Lacoste (nombre irónico para un día en que México perdió la compostura) y luego Pamela González, cuya anotación en el 80′ nos recordó que el fútbol es el arte de sufrir con estilo.

Y por si faltaba drama, Charlyn Corral —la gran esperanza blanca (o verde, en este caso)— anotó un gol… que fue anulado por fuera de lugar. Porque ¿qué sería del fútbol mexicano sin un poco de esperanza truncada?

¿Y ahora qué? La respuesta que nadie quiere oír

El martes 3 de junio hay revancha en Tlaxcala (sí, ese estado que todos ubican “por ahí cerca de Puebla”). El objetivo: afinar detalles para el Mundial 2027, porque cuatro años alcanzan para olvidar los errores de hoy… o repetirlos con más convicción.

Moraleja: Si te gustan las emociones fuertes, el fútbol femenil mexicano es tu mejor opción. Eso, o ver telenovelas.

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