Un criadero de perros en Tijuana auspiciado por recuperó una raza canina del México ancestral, que parecía haberse extinguido hace varios años.
Se trata del calupoh o perro lobo mexicano, una raza que se obtiene de la cruza del perro y el lobo gris que surgió durante la época prehispánica y fue parte importante de los rituales de la cultura azteca.
“Esta es una raza que estaba perdida”, señala Ricardo Forastieri, quien desde 1999 ha estado a cargo del proyecto de perro lobo mexicano financiado por Jorge Hank.
El calupoh ha sido reconocido como raza oriunda de México por federaciones caninas de otros países como Uruguay, Guatemala, Perú, España y Estados Unidos, comenta Forastieri a .
Desde el 2016, la Federación Canófila Mexicana reconoce al calupoh como la tercer raza de perro exclusiva de México, además del chihuahua y el xoloitzcuintle.
Pero el trabajo realizado en Tijuana a través del criadero de perros, que patrocina Jorge Hank Rohn, dueño de los casinos Caliente, ha sido fundamental para la repoblación del calupoh.
El costo de un ejemplar de este tipo es de aproximadamente 20 mil pesos. Forastieri dice que la intención de venderlo no es para lucrar, sino para que se le dé el valor que merecen.
“Nos interesa que haya más gente que tenga estos perros, ya no regalamos, sino que los vendemos… porque lo que no cuesta no se le da valor”, manifestó.
Actualmente este criadero de perros en Tijuana tiene 250 calupohs, y entre los que está Hannia, Panchita, Francisco y Akal, que son las nuevas mascotas de perro lobo del propio Hank Rohn.
El proyecto del perro lobo mexicano de Hank Rohn inició en la década de los 90 y se ha enfocado en identificar el pedigrí o trazo genético del animal.
El rescate de esta raza llevó 25 años y ahora el objetivo es que sea reconocido a nivel internacional y buscar que sea una especie protegida, expresa.
“Estamos trabajando en la preservación de las razas”, recalca Forastieri.
“Hay asociaciones que están en contra de este proyecto, pero nuestro interés es a favor de la preservación de las razas”.
En 2017 investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron una ofrenda en la Plaza Mayor de la Ciudad de México con más de cinco siglos de antigüedad en la que aparece un perro lobo cubierto con piezas de oro, por lo que se considera formaba parte importante de los los rituales sagrados de los aztecas.
El calupoh puede llegar a vivir hasta 18 años. Aúlla como el lobo y es tan noble como el perro, y desde luego, puede llegar a ser el mejor amigo del hombre.