Espectáculos
Oasis vuelve a los escenarios tras 15 años de peleas fraternales
Los hermanos Gallagher enterraron el hacha (por ahora) y prometen un espectáculo épico que nadie se esperaba.

Oasis, la banda que nos enseñó a odiarnos (y a amarnos) con Britpop, regresa
Si alguien nos hubiera dicho en 2009, entre lágrimas y cervezas baratas, que Oasis se reuniría algún día, le habríamos respondido con un “Don’t Look Back in Anger” (pero con ira, mucha ira). Pero aquí estamos, en 2025, con Liam y Noel Gallagher compartiendo escenario como si sus épicos berrinches fueran solo un mal recuerdo de borrachera. La gira arranca en Cardiff, Gales, y el mundo del rock está al borde de un ataque de nostalgia colectiva.
De “Wonderwall” a “Wonderwall-of-Texts”: la saga Gallagher
Para los no iniciados en el drama Gallagher (¿vivieron bajo una roca en los 90?), estos dos hermanos hicieron que las peleas de Kardashians parecieran un té de las cinco. Desde insultos públicos hasta golpes de micrófono, su relación fue el trash TV del rock. Pero, contra todo pronóstico, enterraron el hacha (o al menos la escondieron bajo una pila de libras esterlinas). La pregunta es: ¿aguantarán más de tres conciertos sin que alguien abandone el escenario?
Los fans, entre escépticos y emocionados, ya están haciendo cola virtual para boletos como si fueran iPhones en preventa. ¿La razón? Nadie quiere perderse el evento generacional que podría terminar en: a) un concierto histórico, o b) un meme viral de Liam tirando un plátano a Noel. Las apuestas están abiertas.
Y hablando de memes, ¿recuerdan cuando Liam tuitó que Noel era un “melon head” y el internet explotó? Pues imaginen el potencial de esta gira. Cada concierto será como ver un reality show en vivo: ¿Se abrazarán? ¿Se ignorarán? ¿Improvisarán un dúo de “Kumbaya”? (Spoiler: no).
El Britpop revive (y nosotros también)
Más allá del chisme fraternal, esta gira es un respiro para una generación criada a base de canciones sobre lluvia, cigarrillos y problemas existenciales con guitarra. En una era de autotune y coreografías TikTok, Oasis nos devuelve la esencia del “aquí estoy, róbame el alma” que tanto extrañábamos (o que creíamos extrañar).
Eso sí, esperemos que Liam no grite “¡Cardiff, cantad esto!” y luego se enfade porque… bueno, es Liam. Y que Noel no haga un solo de 20 minutos mientras revisa su cuenta bancaria. El equilibrio perfecto entre caos y genialidad.
¿Sobrevivirán a la gira? Quién sabe. Pero mientras dure, será el espectáculo más entretenido desde que Netflix canceló tu serie favorita. Y si todo sale mal, al menos tendremos material para memes hasta 2030.
¿Listo para el circo Gallagher? Comparte este artículo con ese amigo que todavía cree que “Wonderwall” es un himno romántico (spoiler: no lo es) y descubre más historias de reuniones musicales que nadie pidió pero todos necesitamos.
Espectáculos
Julian McMahon, el Doctor Doom de Los Cuatro Fantásticos, muere a los 56 años
El adiós inesperado de un villano icónico que dejó huella en Hollywood y en los corazones de sus fans.

Un villano de película que perdió su última batalla
Julian McMahon, el actor australiano que nos hizo odiarlo con maestría como el Doctor Doom en Los Cuatro Fantásticos (y su secuela, porque Hollywood adora repetir fórmulas), ha fallecido a los 56 años. Sí, el mismo tipo que también hechizó a las brujas de Charmed y cortó caras en Nip/Tuck decidió partir sin pedir permiso. ¿El culpable? El cáncer, ese villano recurrente que nunca recibe su merecido en los créditos finales.
Según un comunicado de su esposa, Kelly McMahon (que, por cierto, suena como el nombre de una spin-off de sus series), el actor murió “pacíficamente”. Claro, porque si hay algo que el cáncer sabe hacer bien—además de arruinar planes—es fingir que es un invitado educado. “Julian amaba la vida”, dice el texto. Y la vida, como una telenovela barata, le respondió con un giro inesperado.
De héroe de sobremesa a villano de culto
McMahon no solo fue el malvado favorito de los cómics adaptados; también fue el galán que resolvió crímenes en Profiler y el cirujano plástico más dramático de la televisión en Nip/Tuck. ¿Qué más querían? ¿Que cantara ópera mientras salvaba gatitos? Ah, esperen… eso podría haber sido un spin-off no explorado.
Su papel como Victor Von Doom en las películas de Los Cuatro Fantásticos (2005 y 2007) lo convirtió en un rostro reconocible, aunque el guión le diera menos profundidad que un charco. Pero hey, al menos logró que los fans discutieran si su armadura era más incómoda que el diálogo de la película. Spoiler: probablemente sí.
El comunicado añade que su “deseo más profundo era llevar alegría”. Mission accomplished, Julian. Nos diste momentos memorables, risas y, admitámoslo, unas cuantas pesadillas con bisturís.
¿Qué sigue? Hollywood llorará con mensajes en redes sociales (algunos genuinos, otros por obligación), los fans recordarán sus escenas favoritas, y el cáncer seguiré siendo el malo de esta historia. Pero al menos McMahon se fue como un profesional: dejando huella y sin necesidad de un remake.
¡Comparte este artículo si también crees que los villanos merecen mejores finales! Y si te quedaste con ganas de más, descubre otros actores que nos hicieron amar odiarlos aquí.
Espectáculos
Shakira muestra su dolor por las víctimas de las inundaciones en Texas
La artista rompe el silencio con un emotivo mensaje tras la catástrofe que conmociona al sur de EE.UU.

Shakira se despide del silencio (y del avión) con un mensaje que duele más que un zapato de tacón en concierto
Justo cuando pensábamos que 2025 no podía superar el guion de una película apocalíptica de bajo presupuesto, Texas decidió escribir su propio thriller acuático. Y no, no es el nuevo reality de supervivencia de Netflix: inundaciones bíblicas, niñas desaparecidas en un campamento cristiano (sí, la ironía duele) y una cantante colombiana que llega como ángel guardián con menos filtros que un tuit de Elon Musk.
El campamento que nadie pidió
Imaginen esto: 750 niñas felices haciendo manualidades y cantando “Kumbayá” junto al río Guadalupe. Cortinazo. Ahora son 723, porque 27 desaparecieron como si fueran datos de un iPhone después de una actualización. Dalton Rice, el funcionario municipal de Kerrville que probablemente nunca imaginó decir estas palabras en su vida, confirmó el dato con la cara de quien acaba de ver un spoiler de su serie favorita.
Mientras tanto, el alcalde Joe Herring intentaba no derrumbarse en cámara como nosotros cuando vimos el final de Stranger Things. “Hoy será un día difícil“, dijo. Subestimado del año: declarar lo obvio con la voz temblorosa de quien sabe que el hashtag #ThoughtsAndPrayers no va a resolver nada.
Shakira: de las tablas a las plegarias
Entre gira y gira, Shakira hizo lo que cualquier mortal haría al enterarse de una tragedia: publicar un Stories en Instagram. Pero ojo, no fue uno de esos genéricos “mi corazón está con ustedes” que parecen copiados de Wikipedia. No, señores. La de Barranquilla soltó un mensaje tan crudo como un café sin azúcar: “Acabo de aterrizar en San Antonio, devastada al escuchar las noticias… Mis oraciones están con ustedes en este triste día”.
Traducción millennial: “Esto apesta más que mi último entrenamiento de abdominales”. La reina del perreo doloroso demostró una vez más que, más allá de los premios y los éxitos, tiene el don de conectar con el dolor ajeno como si fuera un emoji de corazón roto con patas.
Y mientras Texas sigue nadando en caos (literal), el mundo espera que las 27 niñas aparezcan tan rápido como los memes después de un escándalo de famosos. Porque al final, en esta era digital, hasta las tragedias tienen fecha de caducidad en el timeline… pero el dolor, ese sí duele en HD.
¿Te conmovió el gesto de Shakira? Comparte esta nota y difunde la solidaridad como si fuera un challenge viral. #NotJustPrayers
Explora más historias donde el arte y la realidad chocan como dos influencers en una colaboración forzada. Porque hoy, más que nunca, necesitamos voces que sacudan conciencias (y algoritmos).
Espectáculos
Oasis revive el espíritu del britpop en un concierto histórico en Cardiff
El renacer de una leyenda del rock reunió a miles en un espectáculo cargado de emoción y clásicos inmortales.

El Regreso de los Reyes del Britpop
Las calles de Cardiff se transformaron en un santuario para los devotos del rock cuando Oasis, los eternos rebeldes del britpop, regresaron con una fuerza que sacudió hasta los cimientos del Principality Stadium. Bajo un cielo que parecía pintado para la ocasión, miles de almas, vestidas con sudaderas Adidas y parcas negras, se congregaron como peregrinos en busca de redención musical. No eran simples espectadores; eran guerreros de la nostalgia, dispuestos a revivir los himnos que marcaron su juventud, aunque sus rodillas ya no fueran las de antes.
Un Ejército de Fans Invade Cardiff
Desde el amanecer, las calles aledañas al estadio bullían con la energía de una horda imparable. Pubs como los de St Mary’s y Working Street resonaban con coros espontáneos de “Roll with It”, mientras las tiendas agotaban sus existencias de souvenirs: lentes redondos, sombreros con el logo de la banda y hasta dragones rojos, símbolo de Gales, se convertían en tesoros cotizados. ¿Por qué Cardiff? La respuesta del enigmático Liam Gallagher fue tan cruda como poética: “Because Cardiff is the bollox”. Nadie necesitó más explicaciones.
Las puertas del estadio se abrieron a las cinco, pero la fila comenzó a formarse desde las ocho de la mañana. Para cuando Cast y Richard Ashcroft calentaron el escenario con “Lucky Man” y “Bittersweet Symphony”, el ambiente ya era eléctrico. Setenta y cuatro mil almas, unidas en un solo grito, anticipaban lo que sería una noche épica, irrepetible.
El Ritual de los Gallagher
Con una puntualidad británica impecable, a las 8:15 PM, los hermanos Gallagher irrumpieron en el escenario al ritmo de “Hello”. La multitud estalló en éxtasis, como si el tiempo hubiera retrocedido a 1995. Liam, con su pose desafiante, y Noel, maestro de las melodías, desplegaron un repertorio que fue más que música: fue un viaje emocional. Desde “Morning Glory” hasta “Some Might Say”, cada acorde era un puñetazo al corazón. En un momento surrealista, el público dio la espalda al escenario para abrazarse y saltar, creando una ola humana que parecía desafiar la gravedad.
Los éxitos se sucedieron sin pausa: “Cigarettes & Alcohol”, “Supersonic”, “Stand by Me”. Pero fue durante “Live Forever”, dedicada al fallecido futbolista Diogo Jota, cuando el estadio se convirtió en un templo. Lágrimas, risas y voces rotas se mezclaron bajo las estrellas. Y entonces, como un trueno final, llegó el bis: “Wonderwall” y “Don’t Look Back in Anger” resonaron como profecías cumplidas. La noche cerró con “Champagne Supernova”, y Liam, en un gesto típicamente suyo, dejó caer las palabras como una bomba: “This is history”.
El Adiós Definitivo
El manager de la banda confirmó lo que muchos temían: esta es la última gira. No habrá nuevos discos, no habrá reencuentros futuros. Cuando Liam preguntó si valían la pena las 4 mil libras de algunos boletos, el rugido de la multitud fue respuesta suficiente. Ahora, el mundo espera con el alma en vilo: ¿sobrevivirán los Gallagher sin pelearse antes de llegar a México en septiembre? Solo el tiempo lo dirá.
¿Listo para revivir la magia? Comparte este momento histórico y descubre más sobre la gira que está escribiendo el final de una era. #Oasis #BritpopRevival
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