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El secretario general del Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luis Ojeda Godoy, manifestó que será la Dirección General del Instituto quien deberá responder ante la presencia de mafias de ambulantes en la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Al preguntarle sobre el porqué no cuestiona al INAH sobre múltiples malas prácticas que se efectúan en la institución; Ojeda Godoy se limitó a señalar que el “no es el director del INAH, a él se le debe buscar para preguntar eso.”
En rueda de prensa, el líder sindical respondió sobre múltiples irregularidades que existen en el INAH como el tener que dar una colaboración para permisos en las zonas declaradas como patrimonio histórico de Mérida, señalamientos que de manera reiterada han manifestado las cámaras empresariales y del sector gastronómico de la entidad.
“Cualquier proyecto debe cumplir con los criterios establecidos, pero yo no soy el director del INAH; habría que preguntarle al director del INAH el porqué sucede esto”,-indicó.
Negó que el sindicato reciba recursos para dejar pasar a los ambulantes a las zonas arqueológicas y en cuanto a las quejas del sector empresarial manifestó no estar en contra del proyecto del corredor gastronómico de la calle 60 y la calle 47.
Como se sabe, este corredor se llevaría al cabo en la calle 60 desde la Plaza Grande hasta el parque de Santa Ana, y desde ahí sobre la calle 47 hasta la calle 48 donde estará el parque de La Plancha. Consiste en adecuaciones de vialidades para permitir mayor uso peatonal, así como un rescate arquitectónico de todo ese amplio sector con un mejoramiento de fachadas y adecuaciones urbanas)
Con titubeos, algunas contradicciones pero sobretodo mostrando pleno desconocimiento sobre el tema, un grupo de arquitectos que pertenecen a dos agrupaciones de esos profesionistas y el líder sindical, mostraron descontento sobre el proyecto del corredor gastronómico que en fecha reciente presentaron el gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida.
Al principio de la rueda de prensa los arquitectos plantearon su rechazo al proyecto porque —arguyeron— ignoran si tomó en cuenta los temas viales y habitacionales o solo se concretó a favorecer los múltiples negocios del rumbo.
A insistencia de los reporteros para definir su postura indefinida, modificaron el tono, reconocieron estar desinformados de todo el tema, para concretarse en estar interesados en aportar una opinión, si es que fueran consultados por las autoridades y si el proyecto así lo amerita.
Según el Arqto. Luis Ojeda Godoy secretario general del Sindicato Nacional de Arquitectos del Instituto Nacional de Antropología y Historia, en su agrupación ignoran si hay permisos de este organismo federal para realizar las obras.
—Que pregunten en ventanilla (del INAH) si ya tienen permisos —se excusó el dirigente que se mostró desconocedor de todo el proyecto.
Cuando se les hizo notar que la obra tiene el respaldo incluso del presidente de la República porque se inscribe en el proyecto del tren maya con el parque de La Plancha, además de que contó con la anuencia en el Congreso del Estado para que se apruebe un préstamo a fin de llevarlo al cabo, no expresaron ningún comentario.