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Ciudad de México a 6 de marzo del 2023.- Como reza el estribillo, “golpe a golpe, verso a verso”, los consumidores mexicanos recibimos aumento tras aumento y se vuelve cada vez más complicado resolver el abasto de víveres para la manutención del hogar. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un sondeo sobre el costo de la proteína de mar que en esta temporada de Cuaresma encuentra su agosto, ya que por razones de una fe arraigada, la mayoría de las familias guardan vigilia en temporada de Cuaresma y por 6 viernes consecutivos no comen carnes rojas, por lo que el consumo se orienta a los productos del mar.
“En Cuaresma se come filete de pescado, camarón, mojarra, huachinango, atún, surimi, pero definitivamente los alimentos de mayor demanda son huachinango, camarón de pacotilla, mojarra y filete de tilapia. Sobre estos productos focalizamos nuestra investigación de mercado y establecimos un comparativo de precios entre el 2022 y el 2023 para reportar el comportamiento del mercado y la afectación que la inflación estará causando en esta temporada a los monederos de las amas de casa que se encuentran cada vez más en mayores aprietos”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Los hallazgos son: En la cuaresma del 2023, el huachinango (fresco) en el mercado tiene un precio de hasta $580.00 kilo, en el supermercado (congelado) se encuentra hasta en $358.00 y en la central de abastos (fresco) hasta en $400.00. El camarón pacotilla chico (fresco) en el mercado tiene un precio de hasta $380.00, en el supermercado (congelado) se encuentra hasta en $199.00 y en la central de abastos (fresco) hasta en $280.00. El filete de mojarra o tilapia (fresco) en el mercado tiene un precio de hasta $190.00, en el supermercado (congelado) se encuentra hasta en $159.00 y en la central de abastos (fresco) hasta en $145.00.
En el 2022, el precio promedio en el mercado del huachinango (fresco) estaba en $565.00, el camarón de pacotilla (fresco) en $360.00 y el filete de mojarra y tilapia (fresco) en $95.00.
Por ellos, una comida de viernes de vigilia para 5 personas en la cuaresma 2022 tuvo un costo de hasta $370.00 y ahora en la Cuaresma 2023 tendrá un costo de hasta $414.00, lo que representa un incremento del 11.89%.
Con estos precios el gasto aproximado que una familia hará por guardar la vigilia los 6 viernes de la Cuaresma 2023 será de $2,484.00, una cantidad de dinero nada despreciable, para muchos prohibitiva.
Por si esto fuera poco, al indagar el costo que tendrá la capirotada, postre por excelencia de esta temporada, descubrimos que ha habido un alza soterrada del pan. Para muestra de ello, focalizamos cuatro productos: el bolillo o telera que en 2022 costaba $1.70, a inicios del 2023 pasó a costar $2.50 y ahora en marzo logra alcanzar un precio promedio nacional de $5.78, la concha de $11.40, la dona de $11.37 y el pan de caja de $51.62.
Los Estados donde el precio del bolillo es más caro son: Zacatecas $10.00 y Aguascalientes $9.00, la concha en Zacatecas $16.00 y Sinaloa $15.00, la dona en Sinaloa $15.00 y Aguascalientes $14.00 y el pan de caja en Tijuana $58.00, en Sinaloa y San Luis Potosí $50.00.
Esto demuestra que el pan no ha dejado de subir su precio, por lo que esta Cuaresma, además de cara, en muchos lugares la gente no podrá disfrutar de la tradicional capirotada, ya que el kilo para 5 personas puede llegar a costar, por ejemplo en Zacatecas, hasta $353.00, un 46.78% más caro de lo que ya cuesta en la Ciudad de México ($240.50). Este postre tan socorrido en Cuaresma se encuentra en el ADN de nuestra cultura, pero gracias a la inflación corre peligro de extinción. No hay que perder de vista que el principal ingrediente de la capirotada es el bolillo y se requieren 15 bolillos para hacer un kilo de este delicioso bocado, además de 250grs. de coco rallado, cacahuate natural, nuez, pasas, aceite, queso panela y 1 kilo de piloncillo.
“La inflación acota e impide el cumplimiento cabal del ordenamiento religioso que profesa nuestro pueblo. Muchas familias se entristecen al no lograrlo. La vigilia es una tradición muy arraigada y en estos días de encarecimiento de los alimentos no lograrán honrarla, la gente tomará un atajo, un plan B: no comerán carnes rojas y se refugiarán en los vegetales y legumbres para elaborar platillos vegetarianos, ya que la inflación canceló el consumo de la proteína de mar y se vivirá este 2023 una Cuaresma cara y sin capirotada”, concluyó Rivera.