“Racistas y Clasistas”

Sheinbaum llama “racistas y clasistas” a las mujeres que no acepten la escultura de ‘La joven de Amajac’ en Reforma

La jefa de Gobierno de Ciudad de México matiza después que no se refiere al colectivo feminista que defiende que la ‘Antimonumenta’ permanezca en la glorieta

Beatriz Guillén | La antigua glorieta de Colón, en el Paseo de la Reforma de Ciudad de México, sigue generando controversia. La jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, insistió el sábado en que se va a instalar ahí un monumento a la mujer indígena, en concreto, una réplica de la escultura de La joven de Amajac. “Las mujeres que no quieren ello en el fondo son profundamente racistas y clasistas”, dijo Sheinbaum en un acto en Morelia, Michoacán. Sus palabras han sido muy criticadas por los colectivos feministas que defienden que la llamada Antimonumenta, colocada en septiembre de 2021, se mantenga en el pedestal. Interpelada por estas asociaciones, Sheinbaum matizó que el mensaje no iba dirigido a ellas y se comprometió a tener el 9 de marzo una nueva reunión para coordinar qué se va a hacer finalmente en la glorieta.

En la semana del Día Internacional de la Mujer, la jefa de Gobierno se ha visto envuelta en otra polémica con los colectivos feministas. Sheinbaum defendió el sábado su propuesta de instalar a La joven de Amajac en una de las glorietas de Reforma. Este monumento fue encontrado por unos agricultores de Veracruz el 1 de enero de 2021 y representa a una antigua gobernante de la cultura huasteca. Una réplica de la escultura fue la elegida por la jefa de Gobierno para homenajear a las mujeres indígenas, tal y como se comprometió el año pasado.

Sin embargo, en el espacio elegido por el Gobierno, ya había sido renombrado como Glorieta de las Mujeres que Luchan, por los colectivos feministas que habían instalado ahí una estatua de una mujer morada con el puño en alto. A su alrededor pintaron decenas de nombres de mujeres asesinadas, de luchadoras y activistas. Además, hicieron del lugar el punto de reunión de marchas de protesta, de ruedas de prensa para familiares de víctimas de feminicidio y desaparición, de talleres y hasta de proyección de documentales. Este proyecto iba paralelo a los planes del Ejecutivo, con los que terminaron chocando.

Después de varios tiras y afloja, Sheinbaum anunció que las dos estatuas iban a convivir en la glorieta: La joven de Amajac y la Antimonumenta. Sin embargo, las asociaciones protestaron por que no se les había informado de qué manera se iba ejecutar esta “convivencia”.

En ese marco llegan las palabras de este fin de semana de la jefa de Gobierno: “Aquellos que no quieren que la Joven de Amajac, que es una figura huasteca que se encontró en Álamos, Veracruz, el 1 de enero de 2021, que una réplica [suya] esté en Reforma, las mujeres que no quieren ello en el fondo son profundamente racistas y clasistas. Y nosotros luchamos contra todas las discriminaciones, contra todas, porque no queremos que haya discriminación: ni machismo ni racismo ni clasismo, eso se llama humanismo mexicano”.

La afirmación prendió la mecha de los colectivos. El domingo, Sheinbaum, acompañada de varias gobernadoras de Morena, fue al Paseo de la Reforma a develar la estatua de la revolucionaria mexicana Dolores Jiménez y Muro, que se une al de otras mujeres que han sido homenajeadas en la avenida más importante de la capital.

Durante ese acto, activistas feministas y familias de personas desaparecidas exhortaron a la alcaldesa para pedir que mantenga la Antimonumenta y la Glorieta de las Personas Desaparecidas, donde está situado el ahuehuete, y le pidieron explicaciones de sus palabras del día anterior. Ahí la jefa de Gobierno matizó que no iban dirigidas hacia ellos y se comprometió a tener reuniones con ambos grupos para escuchar sus demandas.

Beatriz Guillén | Redactora de EL PAÍS en México. Trabaja en la mesa digital y suele cubrir temas sociales. Antes estaba en la sección de Materia, especializada en temas de Tecnología. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS. Vive en Ciudad de México.