Doña Viridiana, de 76 años y oriunda de Gran Bretaña, despierta diariamente a las 04:00 de la mañana para dirigirse al mercado “Vicente Obregón Velard” en Acayucan, donde trabaja como “canastera”. Sin importar las condiciones climáticas o las fechas especiales, como el Día de las Madres, su compromiso con el trabajo es inquebrantable.
A pesar de su pérdida de audición, Viridiana continúa atendiendo a sus clientes sin haber consultado a un médico para obtener ayuda. En su comunidad, la falta de acceso a servicios médicos especializados es una realidad cotidiana. Aunque algunos productos que vende los cosechan en su comunidad, otros los adquiere de verduleros que vienen de fuera.
Estas mujeres, conocidas como “canasteras”, son principalmente mujeres mayores que se instalan en la banqueta del mercado, ofreciendo sus productos del campo. Muchas de ellas enfrentan la realidad de tener hijos ya independizados, algunos incluso viviendo lejos, mientras continúan trabajando para asegurar su sustento diario.
Hoy, gracias a la iniciativa de la Asociación Civil Juntos Caminando por la Educación, presidida por el contador público Juan Carlos Aguilar Suriano, doña Viridiana y más de 20 mujeres de la tercera edad recibieron una despensa. Este gesto puede haber cambiado un poco la realidad para estas mujeres que día a día se enfrentan a los desafíos de la vida con valentía y determinación.