Con la finalidad de intentar detener a un migrante que buscaba refugio en la Iglesia de Sagrado Corazón de Jesús en Río Blando y donde los elementos de la Guardia Nacional irrumpieron la Diócesis de Orizaba condenó dicho acto.
De acuerdo a información, elementos armados entraron en el lugar pues perseguían a un joven migrante quien ingresó a la iglesia para buscar refugio.
A través de un comunicado, el párroco Helkyn Enríquez Báez, detalló que el día de ayer alrededor de las 13:30 horas, elementos armados de la Guardia Nacional irrumpieron en el recinto parroquial, por lo que ante el hecho se detuvo por unos momentos la celebración de la misa.
“Ante estos hechos, en comunión con nuestro obispo Don Eduardo Cervantes Merino, la comunidad parroquial y un servidor queremos manifestar nuestra inconformidad”.
Y es que aseveró que la dignidad de todo ser humano es un valor inalienable que no puede ser vulnerado por ningún motivo, ni siquiera por la condición de migración irregular de una persona por lo que no se puede perseguir como delincuente a quien está de paso.
Asimismo, dijo que se debe respetar a todas las instituciones gubernamentales y de seguridad pero también exigió respeto recíproco a la institución y a la fe, “pues no se puede ingresar, de modo comparable a lo sacrílego, en medio de la celebración del Sacramento que constituye el centro de nuestra fe”.
El comunicado agregó que el derecho al asilo es un derecho humano y un deber cristiano que constituye un mandamiento del Señor que nos dijo: “Fui forastero y me acogieron” (Mt. 25, 35b) y para los cristianos los mandamientos de Dios están por encima de las leyes humanas.
Por ello, insistió que debe haber respeto recíproco y que no se repita un evento similar que inquieta siempre a la comunidad.