El país sudamericano enfrenta su peor crisis económica en cuatro décadas, con escasez de combustible y alta inflación, bajo un nuevo liderazgo.
El organismo electoral confirma la segunda vuelta que definirá el nuevo rumbo político del país tras el sorpresivo resultado inicial.
Dos candidatos inesperados sacuden el tablero político boliviano en una contienda marcada por el hartazgo y la incertidumbre.