Una decisión administrativa genera incertidumbre sobre la compensación salarial de cientos de miles de empleados públicos esenciales.
Un fondo de contingencia se agota, poniendo en riesgo la alimentación de millones de madres y niños que dependen de asistencia nutricional federal.
La administración transforma la paralización en una reestructuración agresiva de la fuerza laboral y las prioridades de gasto federal.