Un sistema frontal estacionario desata un caos atmosférico con descargas eléctricas, granizo y vientos huracanados que ponen en riesgo a varios estados.
La mandataria supervisa personalmente las labores de recuperación y anuncia un segundo apoyo económico para las familias afectadas, basado en un censo detallado.
Se activan censos y maquinaria pesada para la recuperación de comunidades tras las inundaciones, con un despliegue interinstitucional sin precedentes.
Las autoridades federales movilizan recursos para atender la emergencia y rehabilitar infraestructura crítica en 139 municipios afectados.
El fenómeno meteorológico activa alertas en múltiples estados con riesgo de inundaciones y fuertes vientos. La población debe seguir las indicaciones de las autoridades.
Las autoridades federales y estatales coordinan labores de rescate y asistencia humanitaria tras las devastadoras precipitaciones.
El meteoro avanza paralelo a la costa generando caos potencial con vientos huracanados y oleaje peligroso para varios estados.
La Coordinación Nacional reporta afectaciones en seis estados y anuncia una reunión de urgencia con los gobernadores para coordinar la respuesta.
La furia del río sorprende a viajeros y residentes, transformando la terminal en una trampa de agua en minutos.
Un sistema climático activo genera condiciones severas en gran parte del territorio nacional, con riesgos significativos para la población.