El momento en que la “kiss cam” se convirtió en un detector de mentiras
Ah, los conciertos de Coldplay, ese lugar donde la música, las luces y… ¿el drama marital? se mezclan en un cóctel de incomodidad. Durante su show en Boston, Chris Martin, el hombre que nos hace creer en el amor con cada canción, terminó siendo el involuntario protagonista de un reality show en vivo. La famosa kiss cam, esa tradición adorable donde las parejas se besan bajo presión social, se convirtió en un juicio público para dos personas que, claramente, no querían estar allí.
La cámara que nadie pidió pero todos vieron
Mientras el Gillette Stadium vibraba con “Yellow”, la pantalla gigante enfocó a un hombre abrazando con… ¿entusiasmo? a una mujer. Lo normal sería un beso cursi, pero no. Él desapareció como un vampiro al amanecer, y ella escondió su rostro como si acabara de ver su futuro en Twitter. Chris Martin, siempre el alma de la fiesta, no pudo resistirse: “¡Guau, mira a estos dos! O tienen una aventura o son tímidos”. Spoiler: no eran tímidos.
Internet, ese juez implacable con tiempo libre, identificó a los “protagonistas”: Andy Byron (ejecutivo de Astronomer) y Kristin Cabot (directora de RRHH de la misma empresa). Según LinkedIn, ambos están casados… pero no entre ellos. ¿Coincidencia? La cámara lo vio primero.
Las redes estallaron con comentarios que iban desde el apoyo a la esposa de Byron (que borró su Facebook, porque ¿quién necesita más drama?) hasta memes comparando la situación con un episodio de “Casados con Hijos”. Un usuario escribió: “Coldplay reveló más que un nuevo single”, mientras otro bromeó: “La kiss cam debería llamarse ‘cámara de la verdad’”.
¿Moraleja? Si vas a tener un romance secreto, evita los primeros asientos en un concierto masivo. O mejor aún, no lo tengas. Pero eso ya es pedir demasiado, ¿no?
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