La furia de la naturaleza golpea con crudeza mientras las cifras de víctimas no dejan de crecer.
La ciudad se convierte en Venecia improvisada mientras las autoridades cuentan charcos como si fueran coleccionables.
La zona cero de Chalco vuelve a sufrir anegaciones, pero esta vez con respuesta rápida y maquinaria pesada.
La furia de la naturaleza dejó su marca en Doctor Arroyo, con calles convertidas en ríos y viviendas bajo el agua.