Una familia devastada y un saldo de víctimas que continúa creciendo revelan el impacto duradero de la catástrofe.
Se cierra el capítulo de hospitalizaciones tras el siniestro, mientras las investigaciones para esclarecer lo ocurrido continúan su curso.
Una respuesta contundente con tecnología de punta para vigilar cada movimiento de las pipas y evitar nuevas tragedias.
Nueva regulación federal exige tecnología de rastreo en tiempo real y verificación digital para todas las pipas tras la tragedia.
La tragedia impulsa una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad para el transporte de combustibles, con nuevas medidas en camino.
El saldo mortal aumenta mientras los expertos analizan las fallas en el protocolo de seguridad que desencadenaron la catástrofe.
El saldo mortal aumenta mientras los hospitales de la capital luchan por atender a las víctimas con quemaduras críticas.
La empresa dueña de la pipa se compromete con recursos propios para apoyar a los afectados, más allá de las pólizas de seguro.
La cifra de víctimas mortales aumenta tras el incidente, mientras varios pacientes permanecen en condición crítica hospitalizados.
La pequeña sobreviviente inicia un viaje crucial para su recuperación, lejos de su hogar pero con esperanza.