La tensión geopolítica escala tras la posible clausura de una ruta vital para el suministro energético mundial.
Un estrecho de 32 km amenaza con paralizar el flujo de petróleo global mientras Irán juega al ajedrez geopolítico.
Irán avanza hacia el cierre de una ruta crítica para el comercio global de hidrocarburos como respuesta a ataques nucleares.