Un regalo navideño que huele a pacto político y promesas cumplidas justo a tiempo para las fiestas.
La paralización gubernamental intensifica la crisis para los trabajadores, mientras una nueva amenaza de recortes de personal agrava la incertidumbre laboral y económica.
Una decisión administrativa genera incertidumbre sobre la compensación salarial de cientos de miles de empleados públicos esenciales.
Los trabajadores del IFT no quieren desaparecer sin dejar rastro (y con razón).