La tensión política en Washington alcanza un punto crítico, paralizando el proceso de confirmaciones y amenazando con un cambio histórico en el Senado.
El Senado se va de vacaciones sin resolver el pulso entre Trump y los demócratas, dejando decenas de cargos en el limbo.
El máximo tribunal estadounidense alerta sobre el peligroso juego de culpar a los jueces por decisiones impopulares.