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En el ejercicio de capacitación de este martes, como parte del Circulo de Reflexión, el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM), ofreció la conferencia “La Cultura de la Violencia contra las Mujeres”, mediante la cual brindó a las participantes, una serie de elementos para conocer y defenderse de los distintos tipos de violencia, a los que a diario se enfrenta.
Tras enfatizar que las mujeres deben aprender a distinguir la violencia familiar, física, psicológica, patrimonial, laboral, comunitaria, escolar y violencia mediática, la ponente Maestra Vanessa Fabiola Sotelo Turban, señaló que existen muchas culturas, estereotipos, que oprimen a la mujer y no le dan la libertad de ejercer su derecho.
“La cultura de la violencia contra la mujer, tiene sus orígenes en los estereotipos religiosos creados para oprimirla, en una educación patriarcal, en un sistema que invisibiliza a la mujer como ser humano y la denigra constantemente, que la abusa en sus derechos y la excluye de la justicia” puntualizó.
Ante representantes de los enlaces de género, de la administración estatal, sostuvo que la violencia contra las mujeres, es una pandemia mundial, donde una de cada 3 mujeres, ha sufrido violencia física o sexual, principalmente a mano de su compañero sentimental y lo calla.
Precisó que el 98 por ciento de las 4.5 millones de personas víctimas de explotación sexual, son mujeres o niñas; asimismo reveló, que en una de cada dos casos de mujeres asesinadas en 2012, el responsable fue un familiar o su pareja sentimental.
Reprobó los términos, misóginos, antisemita y racista, como el llamarle “Feminazi”, a las mujeres que emprenden una lucha, ya que este término, dijo, se refiere a una mujer que metía hombres en campos de concentración, los mataba y hacía velas con sus genitales, por lo que las mujeres de ahora, no deben ser llamadas así.
En presencia de las directoras de las Unidades de Género de los 17 municipios, Sotelo Turban, pidió no quedarse callada, ni tener miedo a denunciar, por ejemplo un acoso laboral, por miedo a ser despedida; o una violencia de pareja, por miedo a quedarse sola; o no denunciar, por miedo a que no prospere la denuncia. “Es necesario sumarse a la cultura de la denuncia y no importa hasta dónde llegue ésta, pero lo importante es no callar la violencia”, subrayó.
Expuso que las mujeres tienen derecho a una corresponsabilidad, en las labores domésticas, donde la pareja asuma el reparto equitativo de las responsabilidades en un 50 por ciento, establecer los roles de género, y terminar con los mitos del amor romántico.
Advirtió que para un cambio de perspectiva, se debe eliminar el patriarcado, el machismo, la misoginia y la indiferencia; y si se es víctima, solicitar ayuda profesional, así como mostrar rechazo a todo acto de violencia, incluyendo los de los medios de comunicación, por lo que sugirió, no compartir memes, chistes, mensajes que ridiculicen u ofendan a las mujeres y niñas.