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Ninguna mujer debería morir de cáncer cervicouterino. Hoy en día es la única neoplasia que puede prevenirse al 100 por ciento, con la aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (en las niñas de quinto grado de primaria que aún no han iniciado su vida sexual), el uso del condón y realizándose pruebas de VIH y el papanicolau, conforme a su grupo de edad.
Un estudio realizado por investigadores suecos, publicado por la revista especializada British Medical Journal, afirma que las mujeres que se someten a pruebas de papanicolau con la frecuencia recomendada, superan el cáncer cervical hasta en un 92 %, mientras que la tasa de superviviencia de diagnosticadas una vez que se presentan síntomas baja al 66 %.
«El cáncer de cuello uterino causa un inmenso sufrimiento, pero es casi completamente prevenible y, si se diagnostica a tiempo, es uno de los cánceres que se pueden tratar con más éxito», ha dicho Tedros Adhanom, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El organismo internacional se ha propuesto eliminar el padecimiento en su totalidad, teniendo como meta para el 2030, llegar al 90 % de las niñas totalmente vacunadas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a los 15 años. 70% de las mujeres sometidas a cribado mediante una prueba de alto rendimiento a los 35 años, y de nuevo a los 45 años; y que el 90 % de las mujeres con enfermedad cervical tengan acceso a tratamiento.
El máximo responsable de la OMS añadió que «tenemos las herramientas para que el cáncer de cuello uterino pase a la historia, pero sólo pasará si ponemos esas herramientas a disposición de todos los que las necesitan. Junto a nuestros socios de la iniciativa de la OMS para la eliminación del cáncer de cuello uterino, eso es lo que pretendemos hacer».
Sin embargo, actualmente, el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres en México desde 2006. Es el segundo tipo de cáncer más frecuente en mujeres en edad reproductiva en nuestro país -sólo después del de mama- con aproximadamente 10 mil casos nuevos por año, y provoca de cinco mil a cinco mil 500 muertes cada año, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Cancerología.
Esta enfermedad es el crecimiento anormal de las células que se encuentran en el cuello uterino, que se localiza en la parte inferior de la matriz que se conecta a la vagina.
En el Día Mundial de la Prevención del Cáncer del Cuello Uterino que se celebra este 26 de marzo, es importante resaltar que este padecimiento es prevenible y, si se detecta a tiempo, con un tratamiento adecuado puede ser curable. (DESTACADA)
Esta fecha también busca destacar la importancia del diagnóstico oportuno, ya que esto permitirá tener mayores posibilidades de recuperación y mejor calidad de vida, con lo que se podrán revertir las cifras, que cada vez cobran más vidas a nivel mundial. Esta estrategia busca fortalecer la prevención a través de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), la detección y el tratamiento de lesiones precancerosas y el tratamiento del cáncer de cuello uterino invasivo, incluido el acceso a cuidados paliativos.
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) puede causar varios tipos de cáncer. La infección por el VPH no se puede tratar, pero una vacuna puede ayudar a prevenirla. El virus es muy común, 8 de cada 10 personas lo contraerá en algún momento de sus vidas. Pero la mayoría de las personas infectadas no saben que están infectadas. También se sabe que la mayoría de las infecciones de VPH, mas no todas, desaparecerán por sí solas sin causar problemas de salud que perduren. Lo que no se sabe es cuáles de los casos de infección evolucionará a cáncer.
La vacuna contra el VPH puede ayudar a prevenir 6 tipos de cáncer más adelante en la vida: Cáncer de cuello uterino, garganta, vagina, vulva y ano en las niñas. Cáncer de garganta, pene, y ano en los niños. También puede ayudar a prevenir las verrugas genitales.
La mejor manera de prevenir la infección con el VPH es vacunándose. Por esta razón es importante que todos los niños sean vacunados contra el VPH.
La vacuna se administra mediante una serie de inyecciones. La vacunación contra el VPH ofrece la mayor eficacia cuando se administra entre las edades de 9 y 12 años.
Los niños y adultos jóvenes entre los 13 y 26 años que no se hayan vacunado, o que no hayan recibido todas las dosis, deberán acudir a vacunarse lo antes posible. La vacunación de los adultos jóvenes no prevendrá tantos casos de cáncer como lo hará la vacunación en niños y adolescentes.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer no recomienda la vacunación en personas mayores de 26 años.
En nuestro país así como en otros de América Latina y el mundo, la prevención y tratamiento de esta enfermedad se ha complicado por las barreras de género.
De acuerdo a Luz María Moreno Tetlacuilo, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, si bien es cierto que es una infección multifactorial, uno de los determinantes de mayor importancia son las relaciones de poder entre géneros.
Aún en muchos sectores de la población se considera que el cuerpo de la mujer no se toca y la sexualidad es un tabú; de hecho, algunas formas de moralidad religiosa traducen este padecimiento como una forma de castigo, señaló.
También, indicó, las relaciones de poder asimétricas que hay en buena parte de las parejas propician la subordinación y dependencia económica de ellas a los varones, lo que con frecuencia limita el acceso a la prueba de papanicolaou, pues no cuentan con los medios económicos para desplazarse a los lugares donde se les puede practicar.
Persiste el hecho de que en algunas familias los varones no permiten que su pareja se realice este examen por considerar impropio que deje ver su cuerpo a otros hombres, incluidos médicos, derivado del control que ejercen sobre el cuerpo y la sexualidad de ellas desde los mandatos del orden social de género, explicó.
Otro factor importante radica en la práctica de este estudio en los servicios de salud, donde es frecuente que haya malos tratos o se susciten hechos que marcan de manera negativa la experiencia; en consecuencia, provocan que las mujeres no vuelvan a realizarlo, refirió.
El cáncer cervicouterino es el crecimiento anormal de las células que se encuentran en el cuello uterino, que se localiza en la parte inferior de la matriz que se conecta a la vagina.
Es causada en 95% de los casos por el Virus del Papiloma Humano (VPH).
2da causa de muerte por cáncer en las mujeres en México.
70 % de los casos pueden prevenirse con la vacunación.
Tener muchas parejas sexuales.
Comenzar con la actividad sexual a temprana edad.
Haber padecido anteriormente Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Fumar.
Tener el sistema inmune debilitado a causa de alguna enfermedad o medicamento.
No produce signos ni síntomas en su fase inicial.
En fases más avanzadas: Sangrado irregular entre periodos menstruales en mujeres en edad reproductiva.
Sangrado menstrual más prolongado y abundante que lo habitual.
Sangrado posmenopáusico.
Sangrado después de mantener relaciones sexuales.
Aumento del flujo vaginal, en ocasiones con mal olor.
Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.
Prevención
Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a niñas y mujeres de entre 9 y 26 años.
Realizar de manera periódica el papanicolau o citología cervical y la prueba de VPH.
Realizar prácticas sexuales seguras, usando siempre condón y teniendo solo una pareja sexual que esté libre de la infección.
Llevar un estilo de vida saludable.