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La citricultura de la zona de la Chontalpa trata de resistir los embates de ‘el dragón amarillo’ o HLB, una plaga que amenaza los plantíos de limón persa en gran parte del territorio tabasqueño.
De acuerdo con explicaciones de técnicos de la secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), se trata de una devastadora enfermedad que se encuentra ya presente en unas 3 mil hectáreas de las casi 15 mil establecidas en el territorio tabasqueño, misma que llega a mermar hasta en un 5 por ciento la producción.
La bacteria infecta a las plantas dejando las hojas amarillentas y los frutos deformados e inservibles para el consumo humano.
El primer reporte de ‘el dragón amarillo’ en México fue en 2009 en el estado de Yucatán, en una muestra de sólido asiático de los cítricos.
Ese mismo año el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica) puso en marcha la Campaña contra el HLB, con el objetivo de responder a la presencia de la enfermedad que se extendió a varios estados del país, entre ellos Tabasco a donde arribo a principios del 2010.
Según el Sistema Producto Cítricos, el Tabasco, la producción anual del 2022 fue superior a las 90 mil toneladas de limón persa, siendo los municipios de Cárdenas y Huimanguillo, donde se concentran más del 80 por ciento de las 15 mil hectáreas cultivadas, las cuales colocan a la entidad dentro de los primeros diez en el ranking nacional.
Por la importancia del cultivo, Senasica tiene en marcha una campaña permanente de prevención de la enfermedad que afecta a este tipo de cultivos.
En la comunidad Tierra Nueva, Huimanguillo, a orillas de la carretera federal que conduce a la Villa Estación Chontalpa, se encuentra la finca ‘Santa Isabel’, propiedad del agricultor Cruz Santos Sánchez, quien desde hace 30 años se dedica al cultivo y comercialización de limón persa, naranja y mandarina.
Esta parcela de casi 60 hectáreas es un verdadero modelo de agricultura, debido a que su propietario invirtió dinero y esfuerzos para diversificar la actividad, pues lo mismo cultiva limón, guanábana, toronja y mandarina, que otros tipos de frutas autóctonas como el caimito. Además, cría tilapia y cuenta con una granja de tortugas, guao y de tres lomos.
Parte de las tierras la emplea en la siembra de limón persa, debido a que es el cultivo con más rentabilidad, ya que cada que llega la cosecha llegan camiones de Martínez de la Torre, Veracruz a comprar toda la producción, para luego exportarla a Estados Unidos, donde el fruto es bien pagado.
“Ahorita estamos en plena cosecha, aunque desde la semana pasada terminamos de cortar. Fácilmente en una primera etapa logramos más de 30 toneladas a un precio de 37 pesos por kilo”, comenta a los reporteros de Novedades que llegaron hasta el lugar.
Don Cruz Santos y su hijo Luis Santos, son de los mayores cultivadores de cítrico en la comarca, aunque confiesa que una importante población de plantas fueron afectadas por el ‘el dragón amarillo’ y los limones pareciera que se esfumaron.
“Como tenía experiencia en el tema pues trabajé en Sanidad Vegetal apliqué los conocimientos, pero no se pudo hacer nada. Esta enfermedad es una especie de cáncer, que una vez que invade a una planta la mata”, dice resignado.
Agregó que, a partir de ahí, por recomendación de los especialistas, ha intensificado los cuidados preventivos mediante la fumigación a base de líquidos orgánicos.
El Huanglongbing (HLB o dragón amarillo)
Es una enfermedad provocada por bacterias y afecta diversas especies de plantas del género Citrus, entre los que se encuentran limón, naranja y mandarina.
Las primeras plantas enfermas en el país fueron encontradas en el estado de Yucatán, durante el mes de julio de 2009. A Tabasco arribo en 2010.
Es una enfermedad muy destructiva y responsable directa de daños muy importantes. Por un lado, puede llegar a ocasionar la muerte de las plantas, pero además produce una merma importantísima en la calidad de los frutos:
Disminución del peso de los frutos.
Alteración de su tamaño, forma y color.
Menor nivel de azúcar.
Aumento de la acidez.
Alteración de la forma y características organolépticas de los frutos.
Aún no se cuenta con un método de control curativo o plantas resistentes genéticamente; por tanto, la mejor estrategia para su control es evitar el arribo de Diaphorina a las zonas productoras. Por otro lado, para disminuir la propagación de la enfermedad es recomendable implementar la detección y eliminación de plantas infectadas, utilizar plantas certificadas y controlar al vector con insecticidas.
Sader, Sesasica, productores
