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Desde el año 2002, es decir, hace 21 años, que Tabasco se sumó al Programa Nacional de Canje de Armas, bajo la supervisión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la fecha han sido destruidos casi 1000 artefactos de los más de 235,000 a nivel nacional.
De acuerdo a la Sedena, el objetivo central de este tipo de programas es reducir la cantidad de armas ilegales que hay en los hogares a través de una contraprestación, que los ciudadanos pueden obtener sin necesidad de que éstos releven su identidad o la forma en la que obtuvieron las armas que están entregando.
En los últimos 21 años, la Sedena recibió 102,105 armas cortas, 67,809 armas largas, 6,079 granadas de fragmentación y 1,938,348 cartuchos útiles.
A pesar de que la cantidad de armas que se han recibido cada año, ha variado, se puede observar una tendencia al alza en los últimos años. Esto se debe a que cada vez son más los gobiernos que deciden participar en este tipo de iniciativas y también hay eventos con mayor frecuencia.
Asimismo, en los últimos 20 años el personal del Ejército, en colaboración con otras fuerzas de seguridad pública, han decomisado solo 155,567 armas; es decir, 14,347 armas menos de las que se han recibido en los programas de canje.
Por lo general los estados del norte de México tienen prácticas más arraigadas de canje de armas, en donde se observa la distribución de armas recibidas por canje por cada 100,000 habitantes, mientras que en el centro y el sur del país se observan tasas más bajas, con algunas excepciones como Nayarit, Ciudad de México, Chiapas, Colima y Querétaro.
Por tal motivo, la Sedena instó a los tabasqueños a sumarse a este programa, para contribuir a reducir la violencia, destacando que al participar podrá obtener un beneficio económico dependiendo del tipo de arma, calibre y condición en la que se encuentre.
Desde diciembre de 2018 al mes pasado, las autoridades mexicanas decomisaron 39,782 armas de fuego, según ha informado este martes el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval.
Indicó que los mayores decomisos corresponden a ametralladoras calibre 50 o fusiles Barrett. De media, las autoridades han decomisado cada año unas 10.000 armas, incluso en 2020, año de la pandemia.
Las ametralladoras calibre 50 son extremadamente poderosas, más que las que manejan las mismas Fuerzas Armadas, capaces de atravesar vehículos blindados. Su presencia creciente en México solo se explica a partir del contrabando ilegal a lo largo de la frontera con Estados Unidos. En México, comprar un arma de manera legal es infinitamente más complicado que en el país vecino. La Secretaría de la Defensa es la única dependencia con permiso para hacerlo y da pocos permisos cada año.
Estadísticas proporcionadas por la Sedena indican que entre el 2009 y 2022, el gobierno comercializó más de 475 mil armas de fuego a la población civil, aunque se estima que hay más de 1.7 millones de armas ilegales en circulación.
La existencia de armas de fuego sin control en la sociedad genera un riesgo en cuanto a posibles homicidios o accidentes, el uso en la realización de diferentes delitos, además del flujo financiero ilegal en la compra – venta de este tipo de artefactos, señala un estudio de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD).
En México, el delito de homicidio cometido con arma de fuego se duplicó a nivel nacional y en la entidad, de acuerdo a un comparativo de las estadísticas del 2015 contra las del 2022.
En el 2015 se abrieron 9,909 carpetas de investigación por homicidios con armas de fuego, para el 2023 se incrementó a 18,260 en el país. En el caso de Tabasco, este tipo de delitos pasó de 45 a 164 del 2015 al 2022.
DESTRUCCIÓN
Del 2002 al 2012: 224
Del 2011 al 2020: 532
Del 2021 al 2023: 220
