Muestras afectivas, sonrisas, reflexiones, pero sobre todo esperanza es lo que la familia Rubín Legarreta intercambiará esta Nochebuena.
Luego de meses de pandemia y de una Navidad alejada de sus seres queridos, para evitar contagios de Covid-19, tíos, primos, abuelos y cuñados de la familia se reunirán para compartir momentos juntos y agradecer que gozan de mucha salud.
EL MEJOR REGALO
Al menos así lo indicó la familia, quienes consideran que, el mejor regalo es mantenerse cerca.
“Yo catalogaría estas fechas como un cierre de esperanza. Hace un año no veíamos la luz, ahora estamos juntos de nuevo, celebrando la vida y que los niños puedan salir, tener un sitio a dónde ir, y como familia estamos cerrándolo de una manera muy linda, con mucho trabajo.
“Nosotros no somos mucho de consumismo, de dar lujosos regalos, somos más de estar en familia. A nuestras hijas (Nina y Mía) les hemos enseñado que lo importante es estar unidos y, por supuesto, sanos”, afirmó Legarreta en entrevista.
A diferencia de otras familias, los Rubín Legarreta han cosechado una excelente relación entre ellos y su entorno, al grado de que no separan las fechas decembrinas.
“Todos los años nos juntamos todos, no es como estos matrimonios que la Navidad la pasan con unos y el Año Nuevo con otros, ¡No, nosotros no!”, dijo la conductora.
ARMAN BUENA FIESTA
“Tenemos la gran fortuna que nos llevamos muy bien, la verdad es que armamos un buen pachangón. El ritual que hacemos es que anotamos todas las cosas buenas del año, todas las cosas malas y damos gracias por ambas. Agradecemos mucho a Dios por todo lo que nos da, pero también por lo que nos quita”, agregó Erik Rubín.
Y sí, ha habido regalos característicos de algunos de los integrantes de la familia. Por ejemplo, el caso de Mía, quién pidió una batería hace casi una década, esto debido a que su objetivo era desarrollarse en la música.
Su padre, el ex Timbiriche accedió a comprarle dicho “juguete”. Hoy, lo que comenzó como un hobbie se convirtió en una realidad ya que a inicios de mes (diciembre) la joven de 16 años debutó como cantante en un escenario en vivo en Naucalpan, Estado de México.
APRENDE DE SU INFANCIA
Pero no todos corren con la misma suerte, ejemplo de ello es Andrea, quien de pequeña sufrió algunas carencias económicas, pero el amor y lazo que existía de sus padres hacia ellos fue mucho más fuerte.
“Mis padres pasaron por etapas complicadas económicas y de distintas formas, pero sí puedo decir que ellos se encargaron de hacer una infancia de esperanza, linda, positiva, en donde sabíamos que si había problemas se podían arreglar. Había momentos difíciles, pero puedo decir que, como niña, anhelas un regalo.
“Yo deseaba durante muchos años la casa de la Barbie, pero no llegaba. Tampoco era una niña caprichosa, simplemente era un deseo de cualquier pequeña, pero hubo un año en que Santa hizo una casa de madera con sus propias manos, le puso alfombra, cortinas, la amuebló, fue de tres pisos, ¡era una belleza!, me emocioné mucho al recibirla y fue, sin duda, mucho mejor que la que yo quería”, indicó la también actriz.
Nina ofrece funciones de la obra Sola en la Oscuridad, en el Centro Teatral Manolo Fábregas; mientras que Mía continuará con su faceta de solista; Erik, además de apoyar a su primogénita, también ofrecerá más shows como parte del concepto 90´s Pop Tour y Andrea se mantendrá en el matutino Hoy e incursionará en nuevos proyectos de doblaje.
A RECARGAR ENERGÍAS
Luego de estar en la celebración familiar, Mía, Nina, Andrea y Erik se darán unos días de descanso en la playa, bronceando la piel, esto, dijeron, para recargar energías y comenzar al 100 por ciento el próximo 2022.