Cd. de México.-Morfeo y su creador, el reverenciado escritor Neil Gaiman, saben de paciencia.
Rey de los Sueños, el primero es el protagonista de las novelas gráficas “The Sandman“, momento cumbre de la cultura pop. Fue aprisionado décadas y décadas por un grupo de ocultistas hasta que recuperó su libertad.
Por su parte, Neil Gaiman (“Good Omens”, “American Gods”) publicó el primer número del comic en 1988 y dijo “No” a innumerables propuestas de adaptaciones fílmicas. Con calma, esperó 34 años hasta que sus palabras fueran dichas en pantalla.
En la serie Sandman, que Netflix estrena este viernes, fue coguionista y productor. El gran fabulador británico, ganador de todos los premios de literatura fantástica que existen, está satisfecho.
“Nunca pensé que íbamos a poder lograr lo que acabamos de hacer, que es tomar ‘Sandman’ y transformarlo en una serie de televisión de calidad, con mucho tiempo para contar la historia. Jamás lo imaginé… o lo soñé”, dice Neil Gaiman en entrevista.
“Pasé más de 30 años haciendo todo lo que estaba en mis manos para evitar que se hicieran malas películas de ‘Sandman‘. Habría preferido que la gente sólo tuviera los comics que entregarles algo malo”, agrega.
El ‘Sandman’ que todos estaban esperando
Libre, Morfeo debe reconstruir su reino, Ensoñación, en ruinas por su ausencia, y rescatar los tres símbolos de su poder: una bolsa de arena, un rubí y su yelmo. Pero está debilitado, y los peligros son inmensos.
Tom Sturridge tuvo la complicada tarea de encarnar al pálido y distante ser, de carisma gélido. Elegido entre más de 200 candidatos, reflexionó largo tiempo sobre cómo interpretar de la mejor manera a un dios, un ser de billones de años.
“Neil me dijo que en Morfeo está cada pensamiento que se ha tenido jamás. Cuando habla, todo lo que dice es con rotundidad, como escrito en piedra por una eternidad. Eso me dio una avenida para pensar en él”, medita Tom Sturridge.
“En cuanto a hacerlo identificable con el público, creo que se le malentiende con eso de que está aislado y así parece expresarse. Si contienes los sueños de todos, por naturaleza sabes cómo todos se sienten. Esa es la mas profunda expresión de empatía. Él tiene eso dentro”.
Los personajes de Neil Gaiman
Como creador, Neil Gaiman es, justamente, de los más empáticos y retuerce preconceptos. Tradicionalmente vista como terrible, Muerte (Kirby Howell-Baptiste), hermana mayor de Morfeo, es para él una compasiva chica gótica.
“Entiendes a Muerte a través de la escritura de Neil. Ella dice: ‘Estuve aquí al inicio, estaré al final’. Comprendes que su función es más que aparecerse y cumplir su deber. Lo hace porque lo necesita. Muerte es una parte de la vida. Quiere ofrecer consuelo, cuidado, cuando la gente es más vulnerable”, dice Kirby Howell-Baptiste.
Neil Gaiman, cuyas escenas de acción radican más en la inteligencia y la dialéctica, no sólo escribe fantasía escapista, sino otra manera de mirar la realidad, lo onírico, lo mítico, lo religioso y las abstracciones de la vida. Como la bondad, o la maldad.
Gwendoline Christie es Lucifer, a quien Morfeo debe confrontar en el infierno con pena de esclavitud eterna. Para ella, el mal que encarna el ángel caído es la desconexión con lo ajeno.
“Sus comics son radicales, pero se sienten familiares”, comparte la actriz. “La voz de Neil es muy personal, en verdad te conmueve. Tiene una visión única. Los comics y la serie ilustran la brillantez y la naturaleza enormemente imaginativa de su mente”.
Sus fans lo saben bien. Los amantes de las series están por comprobarlo.
No cambia la esencia
De Sandman, algunos han criticado la elección de actores. Ciertos personajes (Lucifer, Constantine y Lucien), antes varones, aquí son mujeres. Neil Gaiman no observa lo problemático.
“El bibliotecario de los sueños (ahora Lucienne)… ¿hay razón por la que deba ser hombre? No. ¿Blanco? No. Genial. Pero no le cambiamos ninguna línea de diálogo, porque no lo necesitaba. Ella (la actriz Vivienne Acheampong) nos dio lo que necesitábamos con el personaje”, explica.