La próxima obra de Diana Bracho, “Madres e hijos”, es mucho más que un papel; es un tributo al aclamado dramaturgo estadounidense Terrence McNally (1938-2020), con quien Bracho mantuvo una estrecha relación artística y de amistad. Tras su destacada participación en “Master Class” en dos ocasiones, Bracho retoma ahora otro texto de McNally que aborda temas como la pérdida, el duelo y la maternidad.
En esta nueva producción teatral, que se estrena el 10 de mayo en el Teatro Milán, Bracho interpretará a Betty, una madre que, en medio del dolor por la pérdida de su hijo, decide reconectar con la expareja de este, Chris, un personaje interpretado por Juan Manuel Bernal.
Bracho, de 79 años, encuentra en este papel un desafío emocional y artístico. “Estoy tratando, con todo mi corazón, de darle vida a este personaje”, explica. Betty es una madre que siente el peso del abandono y el dolor por la desconexión con su hijo, una situación dramáticamente desgarradora que Bracho aborda con profundidad y entrega.
Pero más allá del sufrimiento, Bracho encuentra en su personaje un humor oscuro que la cautiva, y disfruta especialmente de la dinámica con Juan Manuel Bernal en escena. “Me encanta trabajar con este personaje, porque es un gran regalo que requiere de mucha generosidad, de mucho desprendimiento, de mucho amor”, añade.
Para Bracho, “Madres e hijos” es también un homenaje personal a Terrence McNally, un amigo y mentor cuya influencia se hace sentir en cada línea de diálogo. “Cada vez que pise este escenario, va a estar Terrence con nosotros”, asegura.
Juan Manuel Bernal, quien comparte escenario con Bracho, destaca la profundidad emocional de la obra y su exploración del perdón y el reencuentro. “Es un personaje muy profundo, muy hermoso y me siento muy afortunado de toparme con una historia así”, comenta Bernal sobre su papel.
Dirigidos por Diego del Río, el elenco de “Madres e hijos” ofrece una interpretación conmovedora de una historia que nos invita a reflexionar sobre el amor, el perdón y la complejidad de las relaciones humanas. Con actuaciones que trascienden el escenario, esta obra promete emocionar y conmover al público hasta finales de junio en el Teatro Milán.
