Ciudad de México
Por no atender una llamada, la actriz Dalilah Polanco salvó a Héctor Sandarti de un secuestro, así lo narró el conductor durante una entrevista en la que recordó el terrible suceso.
Sandarti acudió al programa de YouTube de Yordi Rosado como invitado de la semana, y ahí contó sobre cómo logró colarse a las filas de Televisa engañando al productor Eugenio Cobos sobre sus habilidades como actor.
En 2001, mientras era conductor del programa “Vida TV” un grupo de criminales lo interceptó y lo metió en la cajuela de un auto, para después llevarlo a una casa donde permaneció con los ojos vendados.
“Yo iba saliendo de mi casa en mi coche a una primera lectura de una obra de teatro y me bajo a una papelería a engargolar mi libreto y ahí me agarraron”, recordó el conductor. “Se acercó un tipo y me pone una pistola”; agregó.
Después de varias horas amarrado y de haber establecido conversación con uno de los secuestradores, Héctor confirmó que su secuestro se trataba de un error y fue informado sobre su posible liberación no sin antes considerar una negociación.
“Llega el jefe, yo creo, y me agarró del hombro con fuerza y tapándose con un pañuelo para que no le reconociera la voz, empieza a insultarme y en mi cabeza yo pensaba ´es un libreto´… le contesté a todo”, contó.
“Agarra mi teléfono y dice ´¿quién es Dalilah Polanco?´, una amiga, ´¿le puedo marcar?, ¿cree que pueda juntar algo?´ Y le dije es igual que yo actriz incipiente y sin dinero, pero pobre no es, ponga que 20 mil pesos echándole ganas y fue cuando le marcan”.
Sin embargo, al contestar el teléfono Dalilah Polanco pensó que se trataba de una broma y colgó y al ver los negociadores que no podrían establecer un acuerdo, decidieron soltarlo.
Supera el suceso
“Dalilah no lo sabía en ese momento, pero me salvó la vida porque no creó un vínculo de negociación, cerró la única posibilidad que tenían ellos y dijeron este cuate nos sale más caro tenerlo que soltarlo”, reflexionó Sandarti.
Tras la liberación el presentador aprendió a recuperarse aunque asegura que tener fe siempre lo ayudó a mantener la calma y posteriormente no tener un trauma mayor.
Hoy tras varias décadas de carrera ha superado aquel duro suceso y sigue manteniendo una amistad con Polanco.