CIUDAD DE MÉXICO.- Dos años lleva Bad Bunny como el artista con más escuchas en streaming del planeta. Y en estos tiempos eso significa que alguien con ese tipo de credenciales sea considerado el artista más grande del mundo.
“Sigue batiendo récords y escalando hacia el cielo. Ocupa ese lugar reservado para estrellas que sólo se dan una vez por generación”, se leía en un extenso perfil sobre el cantautor publicado en la revista Rolling Stone.
Es difícil negarlo. El músico de Puerto Rico acaba de llenar el Yankee Stadium de Nueva York dos noches. Durante uno de esos shows recogió el premio MTV VMA a Artista del Año.
“Siempre creí desde el principio que podía llegar a ser grande, que podía llegar a ser una de las estrellas más grandes del mundo sin tener que cambiar mi cultura, mi lengua”, dijo Bad Bunny sobre el escenario.
Para terminar de asegurarse de que esa sería una fecha inolvidable, aquel joven que trabajaba en 2016 en un supermercado de Vega Baja, se besó en la boca con uno de sus bailarines. Así rompía un tabú del mundo de la música urbana, esa escena que según Pablito Wilson, autor de “Reggaetón, Una Revolución Latina”, es por lo general masculina y conservadora.
“Es imposible saber por qué lo hizo. Un beso tiene el significado que le quieras dar”, dice el periodista argentino. “Un hombre cisgénero y heterosexual sabe que darle un beso a un bailarín significa algo importante para la comunidad LGTBQ+”.
Lo que sí tiene claro Wilson es qué hace de Bad Bunny un músico especial.
“Lo principal es que estamos en una época en la que se premia la honestidad y se castiga cualquier cosa que se perciba como deshonestidad. Eso llega con los youtubers y la generación del TikTok. Bad Bunny tenía letras súper misóginas, súper fuertes. Era un adolescente irresponsable, como fuimos muchos en su momento. Y se ha dejado moldear, se ha vuelto cada vez una persona más responsable”, explica.
Gabriela Berlingeri es la única pareja que se le conoce desde 2017. Según su criterio, fue ella la que le concienció, hasta el punto de que el músico aprovechó su discurso en los Billboard Music Awards de 2020 para lanzar un mensaje contra la violencia machista.
“Aprendió de Gabriela las preocupaciones de las mujeres”, continúa Wilson. “Supo escuchar y eso le alimentó y le hizo tomar parte de ciertas consignas, que él también cree válidas”, afirma el periodista.
El descubridor de Bad Bunny es el empresario puertorriqueño Noah Assad, fundador del sello Rimas. Assad y Benito construyen juntos a Bad Bunny.
“La idea fue hacer las cosas de forma diferente, buscar desde otro lado”, explica Wilson. “Me imagino que fue como: ¿Qué quieres proyectar? ¿Cómo lo vamos a hacer? Estamos en una era en la que mucha gente sale de forma independiente o sin contar con sellos, canales de televisión o medios de comunicación convencionales. Gente que la rompe de forma diferente. Creo que viene de ahí. Y que ahí siguen. En este momento Bad Bunny ya estará trabajando el otro disco, y pensando: Bueno, ¿Qué vamos a hacer?”.
El método funcionó. En noviembre de 2020, su tercer disco, El Último Tour del Mundo, fue el primer trabajo completamente en español en debutar en la primera posición de la lista Billboard 200. También fue su primer número en Estados Unidos, dos años después de que los coreanos BTS llegaran al mismo puesto.
Bad Bunny ya se codea con estrellas del cine como Brad Pitt tras compartir pantalla con él en Tren Bala. La recepción fue tan buena que el estudio, Sony, le ofreció su primer papel protagónico. Será en El Muerto, un filme del universo Spider-Man. La película está hecha a su medida, hasta el punto de que han creado un personaje protagonista prácticamente de la nada.
“El Muerto” es el alias de Juan Carlos Sánchez, un luchador mexicano que se enfrentaba al Hombre Araña en dos números del cómic en 2006. Cuentan que ni su creador se acordaba de su existencia y ahora tendrá su propio título, que se estrenará en 2024.
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