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CIUDAD DE MÉXICO.- Al Príncipe Enrique, quien ganó millones de dólares por las ventas globales de sus memorias, “Spare” (“En la Sombra”), le podría salir muy cara su revelación de que mató a unos 25 talibanes durante sus misiones como piloto de helicóptero en Afganistán.
“Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, gente mala eliminada antes de que pudieran matar a la gente buena”, contó el Duque de Sussex en el libro.
Poco más de un mes después de la publicación, el grupo terrorista Al-Qaeda busca vengarse, y, por ende, habría ordenado su muerte.
En el número 8 de la revista One Ummah, los yihadistas piden justicia en nombre de su pueblo. Llaman a vengarse del hijo del Rey de Inglaterra, a quien denominan Al Zanim, e incluso le solicitan a la familia real suprimir la seguridad en torno a Enrique para que les sea más “fácil” ajusticiar sus actos.
“Dar paso a las manos islámicas para que sean ellas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos”, dijo la organización terrorista.
Previamente, los talibanes ya habían reaccionado por esa revelación, acusando a Enrique de “crímenes de guerra”.
Los fundamentalistas también criticaron a la prensa porque piensan que esa confesión fue opacada por la historia de amor de Enrique y Meghan Markle, así como su consumo de cocaína.
“Como si la sangre de los afganos no tuviera el menor respeto en esta mentalidad arrogante, e incluso el propio Al Zanim se ha referido con racismo inherente a este tipo de seres humanos”, agregaron.
El último episodio de South Park abordó el tema de la realeza exiliada, en referencia a Enrique y Meghan.
El capítulo “The Worldwide Privacy Tour” comienza explicando que todos los personajes, incluso basados en personas reales, son ficticios, y aunque nunca se nombra a los Duques de Sussex como tales, los personajes animados son idénticos a ellos.
La trama expone cómo ambos miembros de la realeza abandonaron el país para buscar privacidad. También se alude a la muerte de la Reina Isabel II y a un intento desesperado de la pareja por limpiar su reputación.
Ahí los esposos son llamados “tontos” y aparecen en el programa televisivo “Good Morning Canada” para exigir privacidad.
“Solo queremos ser personas normales, toda esta atención es muy difícil”, dice el Príncipe.
“Estoy harto de oír hablar de ellos, pero no puedo alejarme de ellos, están en todas partes, en mi maldita cara”, protesta Kyle, uno de los personajes.
Un lote de 32 cartas escritas por la Princesa Diana, madre de Guillermo y Enrique, fue vendido por 190 mil dólares (3.5 millones de pesos). Las misivas revelan su proceso de divorcio de Carlos.
Sus amigos Susie y Tarek Kassem fueron los destinatarios de las cartas, en los años 90 en Londres. La pareja decidió subastarlas y donar parte de las ganancias.
Diana les compartió las negociaciones sobre su acuerdo de divorcio y acusó a la familia real de aislarla e intervenir sus teléfonos; también les agradece a los Kassem por dejarla pasar una Navidad y una Pascua con ellos.
Uno de los textos más valiosos data de diciembre de 1996, ocho meses antes de su muerte. Describía planes para pasar Navidad en el extranjero y sus esperanzas para vivir un 1997 más grato.
“Como no tengo un celular, es difícil hablar de asuntos personales, ya que mis líneas aquí se graban y transmiten constantemente. Si hubiera sabido hace un año lo que experimentaría al pasar por este divorcio, nunca lo habría consentido. Es desesperado y feo”, le escribió Lady Di a la señora Kassem.
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