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CHETUMAL, Q. ROO.- Hasta un 30 por ciento de aumento enfrentan actualmente las familias chetumaleñas en el gasto que realizan para celebrar el tradicional Día de Muertos.
Entre 2 mil y 3 mil pesos es lo que en promedio gasta una familia chetumaleña en el armado y las ofrendas para los altares en la celebración de sus familiares acaecidos, que llevan a cabo al estilo maya los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre.
Comerciantes de los mercados municipales en la capital del estado dieron a conocer que para este 2023 sus ventas han sido hasta un 40 por ciento menos, en comparación a los del año pasado.
Dijeron que desde la homologación del IVA al 16 por ciento los precios de los insumos sufrieron un encarecimiento acumulado de entre un 40 y 50 por ciento, aunque en relación a 2019, antes de la pandemia, la diferencia es de un 30 o 40 por ciento mayor en este periodo.
Lo que también ocasionó que en estas fechas muchas familias hayan dejado de adquirir estos productos tradicionales.
Azael Martínez, comerciante del Mercado Lázaro Cárdenas, dijo que productos como las velas costaban en promedio entre 15 y 20 pesos, y en este año cuestan entre 20 y 30 pesos.
Las veladoras llegaron a costar ahora hasta 55 pesos las económicas, pero hay hasta de 100 y 120 pesos dependiendo del tamaño de los modelos a escoger.
De los dulces para las ofrendas dijo que los productores decidieron —para no incrementar los precios— hacer algunos de ellos ahora más pequeños, y cuestan, por ejemplo, las calaveritas de azúcar de 25 hasta 100 pesos, el amaranto entre 25 y 90 pesos.
Los dulces de papaya, calabaza y camote, cuestan 39 pesos la porción.
El pan de muerto también se incrementó y cuesta 60 pesos una pieza pequeña y entre 120 y hasta 200 una pieza grande.
El incienso ahora cuesta 30 pesos y el incensario 80 pesos de los modelos más económicos
El tortillero tradicional o “lec”, como se le conoce en maya, llega a costar entre 120 y 250 pesos de acuerdo el tamaño y el acabado.
Los platos de barro cuestan 90 pesos la pieza, el papel picado para adornar las ofrendas, 45 pesos el paquete de cinco hojas, y los arreglos florares entre 100 y 150 pesos.
Marisol Cámara, comerciante en el tradicional Mercado “viejo” de Chetumal, dijo que lo más caro son las ofrendas, puesto que una comida tradicional, como es el mole, chirimole, frijol con puerco, queso relleno, chicharrón y carnitas, entre otros guisos, cuesta hasta 450 pesos su elaboración.
Y el “Pibipollo” o Mucbipollo llega a costar hasta 450 pesos la pieza, que es casi ineludible, por tratarse de la principal ofrenda maya a los difuntos.
Ambos comerciantes coincidieron en señalar que el encarecimiento de estos productos está mermando las tradiciones, pues menos gente llega cada año a los mercados para surtir sus altares.
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