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CANCÚN, Q. ROO.- A pesar de la alta afluencia durante este fin de semana largo, los sectores restauranteros y náuticos reportaron afectaciones tanto por la inflación que se mantiene desde el año pasado, así como de las condiciones climatológicas en los últimos días.
Ricardo Muleiro, director de Asociados Náuticos de Quintana Roo, comentó que suman ya más de 25 días en lo que va del año con puerto cerrado, los más recientes ocurrieron durante esta última semana derivado de lluvias y fuertes vientos.
“Es un número sustancialmente mayor que el año pasado, estimamos un 30 por ciento de más días de puerto cerrado con respecto a 2022, ha sido ciertamente un año atípico en cuanto al clima, de alguna manera también la llegada del sargazo ha sido antes y en mayor medida”.
Dijo que los días de puerto cerrado están contemplados dentro de las corridas financieras de cada empresa náutica, sin embargo, en esta ocasión han superado las previsiones, por lo que las pérdidas rondan el millón de dólares diarios.
“Las autoridades portuarias al sensibilizarse y poder validar que realmente se pueden llevar a cabo las actividades con seguridad, permiten operaciones parciales y eso rescata algo de la venta”, abundó al exponer que después del mediodía de este lunes retomaron algunas actividades, sobre todo el cruce a Isla Mujeres.
Otro de los sectores que no ha tenido el repunte durante este fin de semana largo es el restaurantero, de acuerdo con José Julio Villareal Zapata, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Cancún, puesto que no han sentido esta mejoría.
Manifestó que la afluencia en los comercios ha sido regular y esto es preocupante ya que posiblemente el poder adquisitivo de las personas se ha visto disminuido a raíz de los incrementos que hay desde el año pasado y en lo que va de este 2023.
“La inflación ha afectado de sobremanera el consumo no sólo a los restaurantes, sino a otras industrias, en la industria que a nosotros nos compete nos ha dado preocupaciones”.
Agregó que quienes forman parte del Spring Break sí salen a los locales a consumir, pero son más en aquellos donde venden bebidas alcohólicas, por lo que no es un mercado que deje un beneficio al sector restaurantero.
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