CIUDAD DE MÉXICO.- Morena enfrenta una resistencia a la unidad en los seis estados donde habrá cambio de gobernador, entre ellos Quintana Roo.
El líder nacional del partido, Mario Delgado, ha minimizado las inconformidades, argumentando que son pequeños grupos.
Algunos aspirantes están a la espera del resolutivo de tribunales electorales sobre rehacer el proceso.
En la entidad quintanarroense el senador José Luis Pech Várguez, quien aspiraba a la candidatura, descartó apoyar a la alcaldesa de Benito Juárez (Cancún), Mara Lezama Espinosa —elegida por la dirigencia—, y aseveró que no es posible mantener la unidad para las elecciones en ese estado.
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Varios de los aspirantes decidieron no respaldar a la precandidata única, que tendrá el apoyo también del Partido Verde.
De hecho, Pech Várguez rompió con Morena y aceptó la invitación que le hizo Movimiento Ciudadano para ser su candidato a la gubernatura, y esta misma semana se registrará ante el Instituto Electoral de Quintana Roo para contender contra Lezama Esinosa (Morena-Verde-Fuerza por México), Laura Fernández Piña (PAN-PRD-Confianza), Leslie Hendricks (PRI), y Nivardo Mena Villanueva (Movimiento Auténtico Social).
En Aguascalientes, donde se decidió por cuestión de género que la candidata fuera la exsuperdelegada de programas sociales, Nora Ruvalcaba, la dirigencia nacional logró sumar a los principales contendientes a la campaña.
Así, el empresario Arturo Ávila, quien ganó la encuesta entre los aspirantes a la candidatura, será coordinador de las estructuras de defensa del voto; mientras que Aldo Ruiz, también exsuperdelegado, estará a cargo de la promoción del voto. Sin embargo, sus propios compañeros desconfían de él, pues aseguran que es cercano a varios panistas.
En Hidalgo, el senador Julio Menchaca prometió a los grupos morenistas más fuertes darles posiciones en el gobierno si gana las elecciones.
Panorama contrario se vive en Durango, donde la dirigencia nacional también sacrificó al senador José Ramón Enríquez, quien ganó la encuesta, para darle la posición a Marina Vitela por el principio de paridad.
El grupo del legislador es considerado uno de los más fuertes en la entidad, y de acuerdo con algunos de sus compañeros, Enríquez sigue molesto por la decisión de la cúpula partidista y no quiere sentarse a dialogar para ir en unidad.
En Oaxaca, dos de los aspirantes, Alberto Esteva y la senadora Susana Harp mantienen procesos en tribunales electorales para rehacer el proceso interno.
El miércoles, la Sala Superior ordenó al Tribunal Electoral local emitir una nueva sentencia sobre la impugnación de la senadora, en la que reclama injusto haber designado a Salomón Jara como candidato.
En Tamaulipas, Maki Ortiz, recurrió al Tribunal Electoral para impugnar el fallo de la Comisión de Honestidad y Justicia en el que confirman a Américo Villarreal como precandidato único a la gubernatura.