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Las estrategias para atender a los sectores vulnerables en el estado de Querétaro se han focalizado en las grandes urbes y cuando se trata de comunidades los apoyos se están sectorizando para favorecer a posibles actores políticos.
Gilberto Herrera Ledesma, habitante de Pinal de Amoles, explicó que el municipio serrano enfrenta 2 graves problemas que son igualmente importantes, uno es que los apoyos alimentarios que prometieron las autoridades no llegan a las familias más necesitadas y otro que no existe agua potable para que las familias realicen la limpieza que demanda la contingencia por el COVID-19.
Pinal de Amoles es rico en manantiales; no obstante, falta infraestructura para acercar el recurso hídrico hasta los hogares; en este contexto, recordó que desde hace varios años se impulsaba la obra conocida como “El Lacayo” pero por falta de recursos económicos no se ha podido continuar.
Recordó que el municipio finca sus actividades económicas en el comercio y de manera reciente en el turismo de aventura; sin embargo, por las restricciones sanitarias ha sido imposible que las familias lleven dinero a sus hogares y por consecuencia el sustento.
Pinal de Amoles cuenta con 204 comunidades y casi 28 mil habitantes, pero se desconoce cuántas familias podrían enfrentar las necesidades alimentarias.
“Quieren que reforcemos las medidas sanitarias, pero carecemos de agua potable en los hogares, es una contradicción porque Pinal de Amoles es rico en recurso hídrico lo que hace falta son recursos para continuar con los proyectos de infraestructura. Las despensas alimentarias no han llegado a todas las familias y por el contrario hay quienes dicen que esos apoyos se están concentrando en domicilios de personas que tienen aspiraciones políticas”.
Gilberto Herrera Ledesma señaló además que, en esta temporada de calor, también ya se registró un primer incendio cerca de la comunidad de El Durazno. Explicó que en esta zona hay muy poca agua por lo que se necesita hacer acarreos con pipas.
