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Vocación de servicio, facilidad de palabra, un segundo o tercer idioma y, particularmente, gusto por la Historia, son las características que debe tener un guía de turistas, figura de vital importancia dentro de cualquier desarrollo o destino turístico, al ser relatores del patrimonio histórico y proveedores de cultura.
Y es que, sin duda, el viajar es conocer nuevos lugares, sus costumbres y orígenes, pero esta experiencia es mucho mejor con un guía turístico. Por esta razón, cada 21 de febrero, desde 1990, se celebra el Día Internacional del Guía Turístico, fecha instaurada ante la creación de la Federación Mundial de Guías Profesionales de Turismo (WFTGA, por sus siglas en inglés), una asociación con sede en Australia que ha logrado dignificar la profesión y elevar su promoción.
De acuerdo con la Mtra. Yuliana Montes Márquez, coordinadora de la Licenciatura en Negocios Turísticos de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), un guía turístico es el enlace para presentar, de la mejor manera, el lado atractivo de un lugar, no importa si es cultural o natural, ya que están informados y formados para dar a conocer al turista toda la riqueza geográfica y los hechos trascendentales que han sucedido en alguna zona.
Destacó que en el país existen diferentes tipos de guías: los generales, enfocados a dar recorridos a nivel nacional; los especializados en temas o localidades específicas de carácter cultural; y los enfocados en actividades definidas.
En cuanto a los requisitos que debe cumplir una persona para ser guía turística, la académica señaló que estos varían, sin embargo, es indispensable contar con la acreditación de la Secretaría de Turismo Federal o bien, el certificado que emite el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para ser guía arqueológico dentro de sus propias zonas.
Pese a que actualmente ha ido incrementando la cantidad de guías turísticos en el país, a decir de la Mtra. Montes Márquez, no todos los que existen o que se reconocen como tal han sido preparados para esta actividad, por lo que consideró existe una brecha grande en el aumento de las personas que no se han especializado en el tema o no han llegado a las certificaciones o diplomados ofrecidos, en este caso, para guías locales o generales.
“Existen lugareños que se dedican a dar recorridos, pero son personas que trabajan para una empresa, los capacitan y entonces ofrecen este servicio; no obstante, la preparación y la forma en que se muestra el atractivo difiere con respecto a las personas que realmente están preparadas para este fin porque cuentan con sus credenciales y con el respaldo del Gobierno”, afirmó.
En este sentido, refirió que, en la UAQ, a través de la Licenciatura en Negocios Turísticos, a los estudiantes, durante ocho semestres, se les imparten las materias de Historia y Geografía Turística, así como de Administración y Turismo Gastronómico, en donde los universitarios preparan recorridos en el tema de gastronomía, ya que tiene que saber cómo expresar la Historia relacionada con la comida.
“Los estudiantes tienen, entre otras cosas, la formación de guía turístico, pero para que sean especializados tienen que hacer su diplomado de guías locales o de guías generales otorgado por la Secretaría de Turismo; pero sin duda, el contar con el afín turístico ayuda a entender cómo es la dinámica del recorrido, conceptos básicos, cómo se maneja el Turismo, la derrama económica, la interpretación de panoramas, hacia dónde va el turismo, tendencias, pero al final del día, lo define la especialización”, comentó.
Asimismo, recordó que actualmente la Facultad de Filosofía de la UAQ está impartiendo el “Diplomado de Formación de Guías de Turistas Generales”, cuyo objetivo es constituir a estos profesionales en temas propios de su actividad, a fin de lograr la preparación de sus actividades con una alta responsabilidad del manejo de la información y de la calidad en el servicio.