Apenas quedan unos días para que uno de los mejores tiradores de todos los tiempos vuelva a las canchas. El refuerzo emocional más importante de la temporada para Golden State Warriors. El 13 de junio de 2019, el último día que vimos a Klay sobre una cancha, queda ya muy lejos. El básquet sonríe. Y los californianos suman una pieza clave en su búsqueda del campeonato.
Nadie esperaba tal explosión, ni siquiera ellos. «No pensé que seríamos tan buenos, especialmente tan rápido«, dijo hace tan solo un par de días Draymond Green, el alma de los Warriors. Y es la realidad. Ostentan el mejor récord de la NBA con 29 victorias y tan solo 8 derrotas; Stephen Curry es -de nuevo- candidato a MVP; Draymond lo es con el de Defensor del Año; y el aroma de conjunto campeón reaparece.
Y todavía falta lo mejor. Falta vivir la noche en la que él volverá a jugar.
«Quiero que sea delante de nuestros fans, en nuestra arena«, dijo nuestro protagonista esta misma semana después de un entrenamiento. «Se lo merecen«.
Klay Thompson volverá a jugar un partido NBA por primera vez desde que cayó lesionado en las Finales de 2019. Será, según reportes, este domingo 9 de enero ante Cleveland Cavaliers. La vuelta más ansiada y querida por toda la comunidad, y es que Klay es un tipo que no puede caer mal a nadie y que viene de dos lesiones graves. Es hora de disfrutar.
El doctor Rick Celebrini es el Director de medicina deportiva y rendimiento de los Warriors desde agosto de 2018. Una eminencia que ha trabajado previamente con los Mavericks, los Seattle Seahawks, el equipo canadiense de ski alpino o con la Asociación de Jugadores de la NHL, por nombrar algunos. Y por supuesto, es él quien tiene la última palabra para la fecha de retorno de Klay.
«Soy muy competitivo«, explicaba Thompson en ese mismo entrenamiento, ansioso por volver. «Creo que ya estoy preparado, para jugar ahora mismo, pero él (Celebrini) lleva haciendo esto más tiempo que yo, así que me fío de su criterio«.
La fecha para la vuelta del escolta se ha ido estirando con el tiempo. Parecía un fijo para disputar la jornada de Navidad contra los Suns, pero decidieron, ya que no había ninguna prisa, que podían moverlo a enero. Estos movimientos se han dictaminado también según la evolución que veían en el propio Klay, quien ha realizado numerosas sesiones de entrenamiento con el equipo y en partidos de simulación durante las pasadas semana.
«En el partido solo se la estaba pasando a Klay, pero no fue a propósito«, cuenta Andre Iguodala. «A la quinta o sexta vez explico que no estoy tratando de pasarle, pero sigo encontrándolo abierto y él sigue anotando. Wiggins y yo estuvimos hablando de eso después del partido. Le dije que seguía consiguiendo asistencias, pero no las estaba buscando«.
Wiggins fue claro: «Klay no pica. ¿Sabes lo que les va a abrir la cancha para el resto?»
Las informaciones que apuntan diferentes especialistas es muy positiva. Klay mejora y los partidos de simulación del último mes, de alto grado de intensidad, le han permitido tomar muy buen ritmo. En el último que realizaron esta semana Curry apuntó que su Splash Brother lanzó 17 tiros en 12 minutos con más del 50% de acierto.
Aquellos que han podido verlo en acción, incluso los que lo conocen de antes, dicen que todavía sigue ahí ese jugador diferencial en ambos lados de la cancha que veíamos hace un par de años. Iguodala, un veterano honesto y respetado, ha sido de los más contundentes en sus avisos, aunque no el único en hacerlo. Y a la pregunta de si Klay está listo para ser fundamental de nuevo, Steph respondió sin dudarlo.