Monterrey.- El sector restaurantero de Nuevo León afirmó que la medida de reducir aforos en este tipo de establecimientos al 50% llega en un mal momento, por lo que pidió que esto se aplique hasta el próximo lunes.
La decisión anunciada por las autoridades locales impactará tanto al consumidor que reservó para pasar la celebración de fin de año en un restaurante, incluso viajando desde otro punto del país, y también a los dueños de estos establecimientos que desde semanas atrás ya adquirieron la materia prima para estas fechas.
Jorge Moeller, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en el estado, estimó que los establecimientos podrían experimentar una caída de entre el 20% y 30% en sus ingresos.
Además, el empresario de dicho ramo justificó que "la medida no tiene caso cuando en esta celebración los negocios no se encuentran a tope" como ocurre en otras festividades como El Día de las Madres o el Día de San Valentín.
"La caída en ventas va a ser proporcional a la reducción de aforos por eso caerán hasta un 30% o 20%. Hay gente que viaja, que viene de fuera a pasar Año Nuevo con sus familiares en un restaurante y que ya lo tienen pagado", expresó.
Esta mañana la titular de la Secretaría de Salud de Nuevo León, Alma Rosa Marroquín, dio a conocer que la entidad ha retrocedido en el semáforo estatal de verde a amarillo.
Debido a lo anterior, Marroquín indicó que los espacios que son abiertos tendrán un aforo del 70% y se les pedirá respetar el protocolo sanitario: uso de cubrebocas, medición de temperatura, aplicación del gel antibacterial y sana distancia. En espacios abiertos el aforo será del 50% y al igual que los lugares abiertos, se pide que continúen respetando el protocolo sanitario.
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