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Puerto Vallarta y Riviera Nayarit son ejemplos perfectos de cómo la gastronomía enriquece la experiencia de viaje
Riviera Nayarit
En los últimos años, la gastronomía ha experimentado una transformación significativa en el panorama turístico internacional. Ya no es suficiente ofrecer hermosos paisajes o playas paradisíacas; los viajeros buscan una experiencia completa que involucre todos sus sentidos, y es aquí donde la culinaria toma un papel protagónico.
Viajar para comer es una tendencia en alza que ha ganado popularidad al ser una forma de turismo que va mucho más allá de simplemente degustar platos exquisitos, para convertirse en toda una experiencia que permite a las personas conectar profundamente con la tierra, las tradiciones y la gente de los lugares que visitan.
Puerto Vallarta y Riviera Nayarit son ejemplos perfectos de cómo la gastronomía enriquece la experiencia de viaje. Ambos destinos tienen una historia que contar a través de sus platos y sabores únicos, y los viajeros se sienten atraídos por la oportunidad de vivir estas historias.
La calidad de los restaurantes en esta región del Pacífico es reconocida a nivel internacional, y no es de sorprender que varios chefs renombrados se hayan establecido aquí, algunos desde hace décadas y otros más en los últimos cinco años, conformando una “nueva oleada” de profesionales de la cocina junto a sommeliers, bartenders y mixólogos, estos últimos convertidos en el complemento perfecto en cualquier experiencia gastronómica que se respete.
Y es precisamente de este “maridaje perfecto” que quiero hablarles a continuación y del creciente número de actividades relacionadas con la gastronomía, porque me llama mucho la atención ver cómo, además de los eventos que ya son una tradición, como el Festival Gourmet International, desde hace 28 años, y el Vallarta Nayarit Gastronómica, que está cumpliendo quince años, han surgido otros festivales que ya se están afianzando en el gusto de los “foodies”, como el Restaurant Week y el Vinoma Fest. Sin embargo, lo más notable es que hasta antes de la pandemia, casi todos los y las chefs jalaban por su lado, no era muy notable esa hermandad de la que hoy pueden presumir; y entonces se dieron cuenta de que hacer equipo era lo mejor, tanto para sus respectivos restaurantes como para el destino.
Actualmente, la oferta gastronómica es impresionante en su diversidad. No hay semana que no se anuncie una cena-maridaje en la que participan varios cocineros, cada uno con su estilo y su propuesta única, tanto en restaurantes de autor como en los restaurantes de hoteles, creando una variedad de cocinas que va desde la comida mexicana más auténtica hasta la internacional, pasando por la fusión de sabores de diferentes partes del mundo.
Estos chefs, apasionados por los ingredientes locales, por la frescura en los ingredientes, por las recetas innovadoras, están contribuyendo significativamente a la diversidad y la calidad de la oferta gastronómica, elevando aún más el estatus de la región como un destino culinario de primer nivel. Al final de cuentas, el sol sale para todos.