El Gangoso y su pandilla de drones metanfetamineros

Joel Alfonso “N”, alias “El Gangoso” (porque obvio, en el mundo del crimen lo importante es el branding), fue detenido en Azcapotzalco después de que las autoridades decidieron que su hobby de atacar soldados con drones no era tan cool como él creía. Todo esto gracias a un esfuerzo conjunto entre el gobierno federal y local, que finalmente se pusieron de acuerdo en algo más que en culpar a la oposición.

De Sinaloa a Puebla: la gira del crimen

Resulta que este personaje, presunto líder de una célula delictiva vinculada al Cártel del Pacífico (facción “Los Mayos”, porque hasta en el narcotráfico hay spin-offs), ordenó un ataque con drones armados contra militares en Sinaloa. ¿La razón? Una incautación previa que le dolió más que un domingo sin Netflix. Pero la fiesta terminó cuando lo atraparon con su compinche, cargando pistola, metanfetamina y hasta una tablet (seguro para ver su serie favorita: Narcos: México).

Y como en toda buena redada, hubo cateos simultáneos en Puebla, donde detuvieron a otros dos cómplices con armas, municiones y más droga que en el backstage de un festival de música. Para rematar, en otras dos ubicaciones, cayeron dos mujeres y un hombre, asegurando vehículos, 30 kilos de marihuana (suficiente para una fiesta de legalización) y documentos que probablemente nadie leerá.

Las investigaciones revelan que esta pandilla no solo traficaba drogas, sino que también tenía laboratorios clandestinos en Sinaloa y Puebla, usando casas como bodegas (porque qué mejor lugar que un fraccionamiento llamado “Los Héroes” para guardar cristal, ¿no?). Todo esto fue parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, donde hasta la Marina y la Guardia Nacional se unieron para demostrar que, a veces, el sistema sí funciona.

¿Te sorprende cómo operan estas redes? Comparte esta nota y descubre más sobre los operativos que están cambiando las reglas del juego. #JusticiaMillennial