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Nación

“¡Ya basta!”, clama la CEM, y exige al gobierno cambiar la estrategia de seguridad

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El asesinato de dos religiosos jesuitas ocurrido en la sierra Tarahumara el pasado 20 de junio detonó ya un duro enfrentamiento entre la jerarquía católica mexicana y el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues mientras aquella le pide cambiar sus estrategias de seguridad porque su combate al crimen organizado resultó un rotundo fracaso, el tabasqueño la acusa de estar “apergollada por la oligarquía mexicana”, de ser hipócrita y de “callar” ante las “masacres” perpetradas durante el gobierno de Felipe Calderón, aclarándole que no modificará su estrategia de seguridad.

Ante esto, quedan al parecer desbaratados los proyectos de colaboración del actual gobierno con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Compañía de Jesús, mediante los que se planeaba conseguir la “pacificación” del país –incluso con la mediación del papa Francisco– desde que López Obrador era candidato electo y pedía el apoyo eclesiástico.

El analista Bernardo Barranco, quien sigue de cerca la relación de la Iglesia con el gobierno de la Cuarta Transformación, asegura:

“A raíz del asesinato de los jesuitas y con todo su peso institucional, el episcopado mexicano y la Compañía de Jesús le están haciendo un llamado muy fuerte al gobierno de López Obrador para que corrija su estrategia de seguridad. Mientras que el presidente, de manera muy agresiva, les contesta que no cambiará su política, que son hipócritas y están apergollados con la oligarquía, entre otras descalificaciones.

“Esta grave tensión entre la Iglesia y el gobierno sólo es comparable a la que hubo en 1993, a raíz del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, cuando el episcopado prácticamente se rebeló contra el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Ahora la Iglesia ya adoptó también una actitud de rebeldía; no sólo subió el tono de su postura, sino que aumentó también sus exigencias, pues ahora pide al gobierno que escuche a los especialistas, a los investigadores, a la ciudadanía y a los medios de comunicación para cambiar su estrategia”.

Barranco advierte que la Compañía de Jesús no solamente es la “congregación religiosa más importante en el país”, sino que además siempre estuvo dispuesta a colaborar con el gobierno de la Cuarta Transformación en materia de reconstrucción del tejido social, un tema que le interesa mucho al presidente y en el que tiene experiencia la Compañía de Jesús.

“Las imprudencias de López Obrador ya provocaron que los jesuitas rompan con su gobierno, siendo que eran los más leales aliados que tenía el presidente dentro de la Iglesia católica”, dice el analista.

En efecto, el asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, la tarde del lunes 20 de junio, en el templo de Cerocahui, Chihuahua, perpetrado por el narcotraficante José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, ha provocado una ola de protestas por parte de la CEM, la Compañía de Jesús y otras congregaciones religiosas que le están pidiendo a López Obrador cambiar su estrategia de seguridad, ya que no dio resultados.

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