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Nación

Un movimiento progresista en la mira de Marcelo Ebrard

#Nacional •

Especial / La Revista

Luego de que Marcelo Ebrard impugnara el proceso interno para seleccionar al candidato presidencial de Morena a las elecciones de 2024, el excanciller lanzó un ultimátum al partido del Presidente y condicionó su permanencia al acusar irregularidades y operaciones a favor de Claudia Sheinbaum.

Marcelo Ebrard también adelantó que a partir del 18 de septiembre iniciará un nuevo recorrido por el país, pero ahora bajo la bandera de un Movimiento Progresista con el que defenderá su postura, el cual, detalló, ya cuenta con el apoyo de medio millón de simpatizantes.

Destacó que gran parte de este movimiento político nacional cuenta con el respaldo de compañeros de Morena, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y del Partido del Trabajo (PT), además de 760 personas representativas de diversos estados, así como una red digital con medio millón de usuarios conectados. Indicó que su recorrido con seguidores concluirá el próximo 2 de octubre.

Al respecto, el columnista Salvador García Soto, comenta que “Algo pasó en Palacio Nacional y en Morena porque, después de haber minimizado y menospreciado el efecto que tendría una ruptura de Marcelo Ebrard y sus seguidores con la 4T, las señales cambiaron. Ahora, en lugar del desdén mostrado por el presidente López Obrador y la candidata Claudia Sheinbaum ante las quejas y denuncias del excanciller y sus amenazas de abandonar al partido oficialista, la prioridad es evitar un rompimiento de Ebrard y ofrecerle una negociación política para que permanezca dentro del movimiento y evite una división que resultaría costosa para el lopezobradorismo.

Desde la oficina presidencial han comenzado a buscar un encuentro con Marcelo para ofrecerle que se siente directamente con López Obrador, ante la negativa de Ebrard para sentarse a hablar con Claudia Sheinbaum. La idea es que el Presidente dialogue y negocie personalmente con su excanciller para pedirle que ponga fin a sus quejas y acepte permanecer dentro del movimiento a cambio de posiciones para él y su gente, en las que se les garantizaría el respeto y la inclusión en las tareas del movimiento y en las próximas campañas.

En concreto, dicen fuentes de Morena, se le plantearía a Ebrard ser candidato al Senado en los primeros lugares de la lista partidista y a su gente apoyarla con la reelección, en el caso de senadores y diputados, y algunas candidaturas para su equipo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. “Lo que se busca es evitar que Marcelo se vaya por el impacto que podría tener su salida, no tanto en la disputa por la Presidencia de la República, pero sí en el objetivo prioritario para el Presidente y para el movimiento, de lograr mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso de la Unión”, nos comentó la fuente morenista.

La decisión de buscar a Marcelo y proponerle una negociación la tomaron conjuntamente Sheinbaum y el presidente López Obrador, a partir de las peticiones que hicieron abiertamente otros de los aspirantes que participaron en el proceso interno y de las proyecciones y prospectivas sobre los puntos que podría restar a Morena el excanciller en caso de que se postulara por alguna otra opción política como Movimiento Ciudadano, con quién ha sostenido pláticas.

La semana pasada, el excanciller dijo en entrevistas radiofónicas que él no está pensando en negociar posiciones a cambio de retirar las impugnaciones al proceso morenista, que ya presentó ante la Comisión de Quejas de Morena. “No estoy negociando una posición, no es mi objetivo. Yo creo que si él (López Obrador) estuviera en mi posición, haría algo muy similar a lo que yo estoy haciendo, es lo que aprendí junto con él”, dijo de manera enfática el exintegrante del gabinete obradorista.

Pero la realidad es que a Marcelo Ebrard se le están acabando las opciones y, después de haber retrasado su salida de Morena, con el argumento de que esperaría a que le respondieran a sus quejas en el partido, dejó la impresión de que está alargando los tiempos en espera de otro tipo de salida. Porque la candidatura independiente que él mismo mencionó como una de sus opciones, se cerró para él el pasado jueves, al vencerse el plazo legal para registrarse en el INE; mientras que sus otras opciones, como la candidatura de Movimiento Ciudadano, cada vez se ve más complicada ante el avance de otros aspirantes emecistas como Samuel García y Jorge Álvarez Maynes.

De hecho, en entrevista, Dante Delgado, líder nacional de MC, dijo que su partido busca “candidaturas jóvenes y disruptivas, que le hablen a los nuevos votantes y tengan propuestas de cambio y modernización para el país. Queremos ser una opción distinta a los que ya gobernaron y le fallaron al pueblo (PRI y PAN), y los que están gobernando pero lo han hecho mal (Morena), y para eso necesitamos candidatos frescos y que representen algo nuevo”. Y cuando se le insistió sobre la posibilidad de que inviten a Ebrard, Dante le dio la vuelta: “No lo descartamos, pero tampoco lo encartamos. Él tiene que resolver sus tiempos y sus decisiones, aunque ya se tardó”.

La tercera opción que Marcelo Ebrard había contemplado si finalmente rompe con Morena es su retiro definitivo de la política y ese parece ser el único que le va quedando. A menos que el presidente López Obrador, en el encuentro que ya está buscando con él, lo convenza de lo contrario y acepte el liderazgo del Senado que le ofrecerían en Palacio Nacional.

Hace casi 6 años, cuando Ricardo Monreal se inconformó con las encuestas en la Ciudad de México, que dieron ganadora a Claudia Sheinbaum para candidata a Jefa de Gobierno, López Obrador buscó al zacatecano, que ya incluso había negociado con el PRI y el PAN ser candidato a la Ciudad de México, y en una larga plática privada el entonces candidato presidencial convenció a Monreal de que se quedara en su movimiento a cambio de ser líder del Senado. ¿Será que se repite la historia y AMLO convence a Marcelo con posiciones y algunos otros métodos?

Compás de espera

Ebrard Casaubón advirtió que si Morena no atiende las incidencias que denunció formalmente durante la encuesta interna, como el uso de programas sociales para beneficiar a una aspirante o la intervención de autoridades en activo, entonces no tendrá opción más que separarse de la Cuarta Transformación al ver perdidos los ideales del movimiento.

“Si esas diferentes circunstancias que se dieron, incidencias en el proceso se quedan igual, yo ya no tendría interés en estar en Morena, ¿por qué razón? Porque si se le da carta de naturalización al uso de programas sociales, a que intervengan gobernadores, alcaldes, que vayan a los eventos, ¿por qué debería seguir yo allí?, cuestionó el exfuncionario en su mensaje a medios.

Las condiciones de Marcelo Ebrard para quedarse en Morena:

A través de un escrito de 40 páginas dirigido a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, el excanciller demandó la anulación del proceso que dio como ganadora a Claudia Sheinbaum y la nombró la Coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.

En el documento presentado, el equipo de Ebrard enlistó el acarreo de votantes, condicionamiento de programas sociales, publicidad a favor de la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, así como parcialidad en el levantamiento de las encuestas y hasta casos de violencia.

“Las conductas enlistadas incurren en actos totalmente sancionables de acuerdo con lo estipulado en el artículo 53, fracciones a, b, c, f y h de los estatutos vigentes de Morena. Además, encajan en las causales de nulidad contempladas en el artículo 50 del Reglamento de Morena, se puede leer en el informe del exsecretario de Relaciones Exteriores.

Además de exigir la nulidad de los resultados y la reposición del proceso, Ebrard también pidió al partido realizar las investigaciones correspondientes para que aquellas personas que infringieron los estatutos de Morena se les retire su registro.

“No es un arrebato, es una convicción. Esperamos la respuesta de Morena; tiene que darla estos días. Si para su propio punto de vista todas lo que hemos presentado, no ocurrieron, no pasó nada, pues entonces sí la decisión de su servidor sería no seguir participando, porque no apoyo esas conductas”.

Sobre su relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el todavía morenista dijo que no se trataba de afectar políticamente al mandatario federal; no obstante, advirtió que la respuesta que tenga Morena sobre dicha impugnación sí modificará su curso de acción como aspirante, pues ya no tendría interés de permanecer en el partido.

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