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CIUDAD DE MÉXICO.- La Misión de Acompañamiento Cívico del Frente Amplio por México (FAM) reconoció que la abrupta interrupción del proceso que derivó en el nombramiento de Xóchitl Gálvez como coordinadora generó la impresión de que los partidos habían intervenido para frenarlo.
Los integrantes de la Misión elaboraron un informe sobre el proceso para elegir a la persona coordinadora del Frente Amplio por México, y resaltaron que el mayor efecto negativo surgió cuando se impidió a la población votar en la elección primaria que se agendó para el pasado 3 de septiembre.
“Se generó la sospecha de que la suspensión de la jornada se debió a conveniencias de las cúpulas partidarias que buscaban evitar el precedente de haber sometido sus candidaturas a primarias internas o generales (como fue el caso) que pudiera tratar de hacerse valer en el futuro”, dice el documento.
“El más importante de los efectos negativos fue la imposibilidad de que los simpatizantes empadronados pudiesen expresar su opinión en la boleta impresa”.
Señala el reporte que aun cuando hubieran votado menos personas que el número de registrados (alrededor de 3 millones de personas), al sufragar habrían dado a la selección del liderazgo una legitimidad similar a la que otorgan las elecciones primarias.
También se hace referencia a la percepción social de que el dirigente nacional del PRI —Alejandro Moreno— forzó la salida de (Beatriz) Paredes del proceso interno.
“Los partidos políticos no tenían como tal una candidata en un proceso abierto a la ciudadanía. Ninguna de las tres fuerzas políticas registró a un o una aspirante específica”, indica.
La Misión de Acompañamiento recomendó a los partidos que conforman el Frente Amplio “incorporar en sus estatutos un procedimiento interno a manera de elecciones primarias con la participación ciudadana y, en su oportunidad, registrarlo así ante el INE (Instituto Nacional Electoral)”.
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