EFE.- Las relaciones entre México y Cuba atraviesan un buen momento, reforzadas por la visita en mayo a La Habana del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuando se cumplen 20 años del incidente del “comes y te vas” de Vicente Fox a Fidel Castro, una de las mayores crisis bilaterales recientes.
El entonces presidente cubano Fidel Castro, fallecido en 2016, descolocó a los presentes en la Cumbre Extraordinaria de las Américas, en la ciudad de Monterrey, cuando hizo su sorpresivo anuncio.
“Les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos, debido a una situación especial creada por mi participación”, lamentó Castro en su primer y último discurso durante el evento, que se celebró del 18 al 22 de marzo de 2002.
Meses después, en abril de 2002, el gobierno insular difundió una conversación telefónica entre el presidente Vicente Fox (del Partido Acción Nacional) y Castro antes de la cumbre de marzo, en la que se explicaba lo sucedido.
“Terminado el evento y la participación, digamos, ya te regresas (…) y que me dejaras libre, y es la petición que te hago, el viernes, para que no me compliques”, le pidió Fox a Castro en la llamada.
Al día siguiente del discurso —y despedida— de Castro (un jueves) se realizaría una comida entre jefes de Estado a la que asistiría el presidente estadounidense George W. Bush, el invitado con quien Fox no quería que se topase el cubano.
En un intento malabarista para evitar la confrontación, el mandatario invitó a Castro a sentarse a su lado en un almuerzo antes de partir. Fue así que nació la polémica del “comes y te vas”.
“No he encontrado ninguna alternativa a la que había, hay que tomar en cuenta el conjunto de factores”, se reafirma Jorge Castañeda, canciller mexicano de 2000 a 2003, en una entrevista telefónica con EFE.
Castañeda insiste en que los vínculos ya estaban trastocados durante la presidencia de Ernesto Zedillo (1994-2000), del Partido Revolucionario Institucional, quien llegó a pedir una democracia en la isla.
La escalada continuó cuando en 1998, el líder insular recriminó a México su sintonía con el “imperialismo” estadounidense y criticó que los mexicanos conociesen “más a Mickey Mouse que a sus héroes”.
Dos años después del “comes y te vas”, en 2004, Fox expulsó al representante diplomático cubano y retiró a su embajador en la isla durante casi tres meses.
Los expertos coinciden en que, terminado el gobierno de Fox, se inició una “operación cicatriz” con Felipe Calderón, también del PAN (2006-2012), que se concretó con Enrique Peña Nieto (del PRI, 2012-2018).
En 2015, Cuba y México anunciaron un “relanzamiento” en sus vínculos bilaterales.
Además, Peña Nieto visitó la isla –ya con Raúl Castro al frente del Gobierno– ese mismo año y tuvo un encuentro privado con Fidel.
De esa forma las dos naciones reanudaron el vínculo especial que habían mantenido desde el triunfo de la revolución en 1959 –México fue el único país latinoamericano que no cortó lazos con La Habana tras la crisis de los misiles de 1962–.
Los analistas aseguran que el estado de las relaciones vive un momento dulce desde el arribo al poder en 2018 de Andrés Manuel López Obrador.
El mexicano invitó al presidente Miguel Díaz-Canel a la celebración de la Independencia en septiembre, en donde pidió el fin del embargo estadounidense a la isla.
En el contexto de la crisis migratoria, el mandatario mexicano anunció una visita a Cuba el próximo mayo