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El jueves 5 de enero,
autoridades mexicanas capturaron a Ovidio Guzmán, considerado uno de los
líderes del Cartel de Sinaloa, lo que generó bloqueos viales, además de
enfrentamientos en diferentes puntos de Sinaloa, así como vehículos incendiados
y reportes de despojos de vehículos a civiles, provocando que esa entidad se
paralizara.
El líder criminal fue
trasladado a la Ciudad de México Luego fue llevado al Centro Federal de
Readaptación Social (Cefereso) número 1 Altiplano -conocido también como el
penal de Almoloya-, ubicado en Estado de México, donde fue recluido su padre,
Joaquín Chapo Guzmán, y del que se fugó en 2015.
El saldo de este
operativo fue de casi una treintena de
muertos, de los que una decena eran militares y 19 miembros del crimen
organizado.
La detención sorprendió
al ocurrir días antes de la visita a México del presidente estadounidense Joe
Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, lo que abrió la
puerta a especulaciones sobre la posibilidad de que la detención del
narcotraficante tenga relación directa con dicho evento.
Guzmán López, junto a
su hermano Joaquín Guzmán López, es acusado en Estados Unidos por cargos de
asociación delictiva relacionados con drogas ilícitas.
De acuerdo con las
autoridades estadounidenses, los hermanos se asociaron para distribuir cocaína,
metanfetaminas y marihuana en Estados Unidos entre 2008 y 2018.
Al respecto, Federico
Berrueto, analista y politólogo, colaborador de LA REVISTA PENINSULAR, señala:
“Es una buena noticia
en el sentido de que los criminales no pueden manejarse con total impunidad
como era el caso de los hijos del Chapo Guzmán en Culiacán, y ésto con la
derrota que vivió el Estado mexicano -no el presidente de la República- cuando
se le quiso detener y finalmente se le tuvo que liberar, lo que podemos ver
ahora es que el Ejército aprendió -o al menos en esta ocasión se planearon bien
las cosas-, en la anterior lo que ocurrió fue una pésima planeación en todo el
operativo y en esta ocasión cuando la gente se estaba preguntando qué era lo
que estaba ocurriendo Ovidio ya estaba encarcelado en la Ciudad de México.
“Esto significa que
las cosas se hicieron de la manera en que debe procederse en ese tipo de
circunstancias”
¿Qué es lo que
preocupa? Que la gente crea que este operativo se hizo para dar satisfacción al
presidente Biden, que fue un obsequio de López Obrador por la llegada del
mandatario de Estados Unidos y el reclamo y preocupación que hay por el
fentanilo en ese país, y la verdad es que aunque esa es la apariencia no
ocurren así las cosas.
Se detiene cuando se puede no
cuando se quiere…
Yo creo que eso es lo
que ocurrió en esta ocasión, hoy se pudo detener al criminal, lo cual es un
mérito, sin duda, de las fuerzas armadas, al parecer es el Ejército el que
realiza este operativo. Aún no sabemos qué papel jugó o tuvo la Guardia
nacional y por otro lado el papel de las corporaciones locales – al parecer
ninguno-, por una sencilla razón, porque todas están penetradas por el crimen
organizado.
Hay que señalar que
la posición de privilegio que tiene el cartel de Sinaloa, en Sinaloa, es
prácticamente de control de la seguridad y en esas condiciones tenemos que
pensar en qué es lo que viene. Ya está detenido Ovidio pero ¿qué sigue? ¿Qué es
lo que va hacer el gobernador que queda muy expuesto ante esta situación?
El presidente López
Obrador había tenido una actitud de tácito entendimiento con el cartel de
Sinaloa, sin embargo con la detención de Ovidio cambia todo, cambia la relación
del Estado mexicano con los grupos criminales.
¿Se acabaron los abrazos?
¿Se acabaron los abrazos y comienzan los
balazos? ¿Es Ovidio Guzmán el que maneja el Cartel de Sinaloa o hay otra figura
de mayor poder?
La figura más
importante dentro del cartel de Sinaloa desde hace tiempo, que era una suerte
de compadre–socio del Chapo Guzmán es el Mayo Zambada, este personaje sigue
siendo el articulador, si bien es cierto que no tiene el control de la
totalidad sigue siendo la figura más relevante en ese grupo.
No obstante, el
Cartel de Sinaloa es uno más de los grupos criminales que hay en el país y no
se limita solo a Sinaloa están en todos lados, están Quintana Roo, Tamaulipas, CDMX,
Campeche, Veracruz, y también tenemos al CJNG como otro de los grandes grupos
criminales que tienen presencia no solo nacional sino mundial por el tipo de
sus operaciones.
“Lo que vemos ahora
es que sí hay un cambio definitivo en el hecho de que se haya detenido a este
criminal, sin embargo, tenemos que ver hasta dónde hay un giro en esto, todavía
tenemos que ver qué papel jugo el presidente, si mantuvo una postura activa o
pasiva en esta decisión; si la voz activa fue la del Presidente o de las
fuerzas armadas eso aún no lo sabemos”.
El presidente López
Obrador siempre se ha mostrado muy pasivo, es un tema que le incomoda mucho,
siempre que se aborda el tema del crimen organizado sale con respuestas poco
serias porque no quiere involucrarse.
Monstruo de cien cabezas
“El problema del
crimen organizado vinculado al tráfico de drogas es que tiene muchas capas no
es una estructura articulada, en algún momento los principales carteles tenían
una suerte de entendimiento y una división de las regiones y de las rutas,
ciertamente hubo momentos de tensión y crisis pero mal que bien había
entendimiento entre ellos, estamos hablando de un negocio que tenía otra escala
que era más manejable.
No obstante, hay que
tomar en cuenta que con su crecimiento se da una complicidad social, hoy en día
los criminales no son una banda de facinerosos que están ahí nada más, hoy
tienen empresas, negocios, participan en actividades sociales religiosas,
deportivas y hasta financian campañas políticas.
Se ha registrado tal
complicidad social con el crimen organizado que cuando hay enfrentamientos
entre los grupos delincuenciales necesariamente lleva a la población civil el
costo de sangre, como en este caso.
Tendremos que estar
muy atentos para ver el desarrollo y desenlace de este episodio de la vida del
país, lo más conveniente hubiera sido que tras ser detenido, Ovidio Guzmán
hubiera sido puesto en un avión y extraditado a Estados Unidos, pues tenerlo en
México representa un riesgo pues su organización ya demostró que puede
liberarlo en cualquier momento.
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México avisa
que extradición de Ovidio
Guzmán tardará
El Gobierno de México avisó que la extradición a Estados
Unidos de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín Chapo Guzmán más buscados
por EE.UU. y recientemente detenido, será lento, ya que también enfrenta
acusaciones penales en nuestro país.
“(La extradición) es un proceso. Se hace la solicitud por
parte del Gobierno, en este caso de Estados Unidos, pero se tienen que
presentar las pruebas y ya los jueces en México deciden”, refirió el presidente
mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su rueda de prensa diaria.
Además, el mandatario insistió en que la extradición no
se realizará por la vía rápida.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Seguridad y
Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, detalló que México cuenta
con elementos para llevar a Ovidio Guzmán ante los tribunales por delitos
contra la salud (narcotráfico) y relacionados con armas de fuego.
Además, dijo que también existen investigaciones
relativas a la posibilidad de que el detenido y otras personas hubiesen
cometido delitos relacionados con la delincuencia organizada.
“Claro que lo anterior es independiente de lo que resulte
en los hechos suscitados en ocasión de su detención”, puntualizó.
Estados Unidos, que presentó la solicitud de extradición
en 2019, imputa al narcotraficante delitos que versan sobre la conspiración
para la introducción de drogas a ese país, detalló Rodríguez.
El secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo
Ebrard, añadió que, tras poner al detenido a disposición de un juez, el
mecanismo de extradición cuenta con un plazo para que el país solicitante
presente pruebas penales, que estima que en el caso de Estados Unidos se
demorarán entre cuatro y seis semanas.
Una vez puestas dichas pruebas ante las autoridades
judiciales, la decisión sobre la extradición correrá a cargo del juez y de la
Cancillería que él dirige.
No es una decisión política, solo de la Cancillería, sino
esencialmente del juez, para verificar que los derechos de esa persona se
respeten, dado que es un ciudadano mexicano”, comentó.
Ovidio Guzmán fue detenido en la madrugada del pasado
jueves en el norteño estado de Sinaloa durante un operativo de las Fuerzas
Armadas mexicanas, que derivó en disturbios violentos en diversos puntos de la
región y en los que murieron una decena de militares y 19 miembros del crimen
organizado.
Posteriormente ingresó en el Centro Federal de
Readaptación Social (Cefereso) número 1 Altiplano -conocido también como el
penal de Almoloya-, ubicado en Estado de México, donde fue recluido su padre y
del que se fugó en 2015.
La detención sorprendió al ocurrir días antes de la
visita a México del presidente estadounidense Joe Biden, con motivo de la
Cumbre de Líderes de América del Norte, aunque López Obrador negó cualquier
relación entre los dos hechos.