El estado de Quintana Roo se ha convertido en un destino atractivo para los cárteles mexicanos que buscan abastecer la demanda de drogas de los turistas extranjeros, afirmaron empresarios y funcionarios del estado al medio de Estados Unidos.
El procurador general de Quintana Roo, Óscar Montes de Oca, aseguró que el principal problema en la región “es la demanda de drogas por parte de los turistas”.
“Nuestro problema básico es la demanda de drogas por parte de los turistas”, dijo el procurador general de Quintana Roo al medio estadounidense.
El medio reveló, en un nota en su portada, que los cárteles de drogas mexicanos atienden principalmente a turistas estadounidenses y europeos que buscan comprar marihuana, cocaína colombiana, éxtasis y otras drogas.
Y agregó que sólo en Tulum hay 10 bandas de narcotraficantes, en su mayoría vinculadas a los cárteles más grandes de México.
“El tipo de turismo que fomentamos crea demanda de drogas, y donde hay demanda habrá oferta”, declaró al medio de Estados Unidos, el empresario David Ortiz Mena.
La popularidad turística de México aumentó durante la pandemia, después de que el país no exigiera requisitos estrictos a los visitantes, esto a pesar de los tiroteos y homicidios que se han registrado en Cancún y Playa del Carmen, según el artículo.
“Los narcotraficantes evitan atacar a los turistas porque son sus clientes“, compartió el propietario de un hotel quien confirmó que a pesar de los recientes incidentes el número de visitantes se ha recuperado.
El medio estadounidense explicó que Tulum se ha convertido en un “punto caliente” para los festivales de música electrónica y que atrae a fanáticos conocidos como “Tuluminati”, que prefieren la droga o conocida como cocaína rosa en su búsqueda de trascendencia psicodélica. “En eventos de este tipo los cárteles pueden ganar millones de dólares”, señala.
Cancún también lo es para los cárteles de la droga y la corrupción, afirmó el diario y recordó el caso de Mario Villanueva, quien fue gobernador hasta 1999, responsable del desarrollo turístico a lo largo de la Riviera Maya, condenado por lavado de dinero y tráfico de drogas en México; desde 2020 se encuentra bajo arresto domiciliario en Estados Unidos.
En la región también crece la extorsión que ha alcanzado a todos los centros turísticos del estado, y si los dueños de los hoteles no cumplen con sus pagos corren el riesgo de ser asesinados.
“Todos, y me refiero a todos, están pagando dinero de extorsión. Desde algunos de los grandes hoteles hasta el tipo del puesto de tacos de la esquina”, aseguró James Tobin, quien lidera una alianza de empresarios locales.
Ante los cuestionamientos del , el gobernador de Quintana Roo, Carlos Manuel Joaquín González, prometió que la región no se convertirá en otro Acapulco.
“Estoy seguro de que no nos convertiremos en otro Acapulco (…) tenemos mucho más dinero, recursos y conciencia del problema. Tenemos que hacer esto bien.”, aseguró